Ignacia Granados fue una Samaria, de abuelos españoles y padres criollos, estos últimos favorables a la independencia, una contradicción que llevó a la familia a tener un hijo favorable a la corona, y una hija favorable a la independencia.
Ignacia sirvió y colaboró con la causa patriota llevando información mensajes a los alzados contra la corona en Santa Marta, era una especie de espía en esa ciudad. Fue capturada al serle descubierto un mensaje entregado por José Prudencio Padilla, que luego sería el legendario almirante Padilla, a los rebeldes en Santa Marta, cuando Murillo el pacificador, estaba en Santa Marta y se iniciaba el sitio a Cartagena para la reconquista luego de la patria boba.
Luego de ser apresada, Ignacia fue llevada ante Murillo, a quien trato con desdén, y este la mandó a fusilar, dónde no permitió que la vendaran, diciendo que al cielo no se entraba con los ojos cerrados.
En una Santa Marta que era favorable a la Corona, seguro que no era fácil ser una espía. Santa Marta se había enfrentado a Cartagena, resistiéndose al dominio de esa ciudad durante la patria boba, hasta que Bolívar tomó las riendas del ejército cartagenero y lograron tomar a Santa Marta por un corto tiempo, porque gracias al cacique Mamatoco los samarios se revelaron de los patriotas y recuperaron su independencia, para luego esperar a Murillo, que utilizó a Santa Marta como plataforma para sitiar a Cartagena y reconquistar la Nueva Granada.
Santa Marta en ese tiempo se convirtió en una plaza realista que junto con Puerto Rico y La Habana resistían el primer intento de independencia en las Américas, y se mantuvo firme a la causa realista hasta la batalla de Ciénaga donde la plaza fue abandonada por los españoles ante su inminente caída. Cuando la plaza cayó, Antonio Nariño fue rescatado de la cárcel del Morro de Santa Marta, quien estaba listo para ser deportado a España, para ser juzgado.
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https://fundacionmagdalena.blogspot.com/2016/12/ignacia-granados-la-heroina-samaria.html
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