martes, 24 de agosto de 2021

CAMILA LA MAESTRA… ENSEÑANDO A MANOLITO A CANTAR.

CAMILA LA MAESTRA… ENSEÑANDO A MANOLITO A CANTAR.

 

Jessica: Manolo mira que Manolito va a cantar una canción en el Karaoke de la familia.

Manolo: Uy, eso si está como difícil… yo no he podido hacer que se aprenda ni el himno nacional.

Jessica: Ajá Manolo, y ¿qué vamos a hacer?

Manolo: A mí lo que se me ocurre, es decirle a la tía María Camila que le enseñe una canción, que a ella le hace más caso que a mí.

Jessica: Ah bueno, pues sí, ya ahora hablo con Cami a ver si le enseña alguna canción a Manolito.

 

Jessica: Hola María Camila, es que necesito que le enseñes una canción a Manolito, para el evento del Karaoke, es que yo estoy muy embolatada, y Manolo no ha podido que el niño se aprenda el himno nacional, así que pensamos en que nos podías ayudar en eso.

María Camila: Errdaaa, qué responsabilidad, dale yo lo hago.

Jessica: Ay gracias Cami…

 

Practicaron dos días, la canción de Manolito, y el día del evento:

 

Johnny: Y bueno, para cerrar este gran evento de karaoke, ahora una canción que va a cantar Manolito.

Y mientras que esperan que Manolito suba al escenario con su maestra y mamá como acompañantes, el señor Manuel en las mesas.

 

Sr. Manuel: Ahí va Manolito, ese es mi nieto, ese es un caballero le digo, le va a dedicar esa canción a Aida Rosa, a su abuela… ha durado dos días practicando con María Camila, y vea, ya va a cantar…

 

Y comienza a cantar Manolito la canción que le enseñó la tía Camila, y enseguida la gente se vuelve loca con las reacciones.

Sr. Manuel: No puedo creer lo que están escuchando mis ojos… perdón lo que están escuchando mis oídos. Esto no puede ser.

Pedro Alonso: Este Pelao es de los míos… ese si es sobrino mío nojoda… Cristina qué canción, cuando pueda te la canto en una serenata.

John Alejandro: Uy zona… se avecina un mierdero…

Camila comenzó a llorar de ver cómo cantaba su pupilo.

John Bula: Nojodaa, qué canción tan hp, ese pelao no sabe ni lo que está diciendo… Luuuu, hay que parar esa canción. Y tu ahora por qué te pones ese casco?

Luz Elena: Porque cuando le paren la canción a Manolito, va a coger una rabia, que va a comenzar a tirar carritos, y parece mentiras, pero a mí es a la primera que va a clavar.

Jessica: Manoloooo, ya ves lo que está cantando tu hijo.

Manolo: Ve, no me había dado cuenta, qué está cantando?

Jessica: Pero no escuchas lo que está cantando?

Manolo: Ay ve, si está cantando Jessica… Manolito está cantando… Uy pero qué es lo que está cantando… quién le enseñó esa canción tan hp? Y bien que se la aprendió el vergajo.

Jessica: Pues acuérdate que fue idea tuya, Camila le enseñó esa canción…

Sr. Manuel: Manolo rápido¡ Que Aida Rosa se ha desmayado¡

Manolo: Y eso por qué papá? Qué paso?

Sr. Manuel: Es que yo le dije que Manolito le iba a dedicar una canción…

Manolo: Nojoda Mañetín…

Sr. Manuel: Y yo qué iba saber, si Camila me dijo que la canción trataba del amor profundo.

 

Y la canción, la pueden encontrar en el siguiente link: https://youtu.be/SbNjFGE10eU

 

Jessica: Ve María Camila, has algo, que Manolito no puede seguir cantando esa canción. Mira que Aida Rosa se desmayó. Cómo se te ocurre eseñarle esa canción?

María Camila: Ay, si esa canción no tiene nada, peor es un reguetón de los de ahora.

Jessica: Va a tocar bajarlo de la tarima, pero la rabia que va a coger mi pelao…

María Camila: Errdaaa sí, mejor sabes qué? Le voy a decir que cante la otra canción que le enseñé que es la del caballito.

Jessica: Ahí si Cami, apúrate, dile que cante mejor la canción del caballito, ya habló con Johnny para que cuadre eso.

 

Johnny: Bueno…. Bueno –Qué canción tan hp para un pelao-, nuevamente ha habido un error, una confusión… esa no era la canción… pero ahora sí, viene Manolito con la canción del caballito.

Jessica: Echee, esa no es la canción del caballito de Carlos Vives.

María Camila: Y quién te dijo que era el caballito de Carlos Vives?

Jessica: Mierrdaaa, y ahora qué le enseñaste a mi peleao?

María Camila: Ya vas a ver… no comas ansias…

Sr. Manuel: Manolo… Rápido que Aida Rosa se volvió a desmayar…

Manolo: Otra vez y ahora por qué?

Jessica: Manolo no escuchas la canción?

Manolo: Pero esa está definitivamente mejor que la anterior.

Sr. Manuel: Hay que darle gracias a que no le enseñaron la coreografía de esas canciones.

John Bula: Luuu, esa no es el caballito de Carlos Vives, me muero de la pena.

Luz Elena: Esa fue María Camila que le enseñó esas dos canciones.

John Bula: Valgame Dios¡ Qué repertorio... menos mal y estamos en familia.

Y la canción la pueden encontrar en el siguiente link: https://youtu.be/rmMx93zYxe8

 

jueves, 19 de agosto de 2021

CUENTOS DE CARMEN GUAL

CUENTOS DE CARMEN GUAL.




















Mi mamá es Carmen, y es un personaje... tuvo una relación muy particular con su padre Anselmo, con quién desarrollo una linda relación y complicidad para realizar todas sus travesuras, y de estás es que les voy a hablar un poco.


LOS VASOS DE AGUA.


Carmen: Papi, qué hace uno cuando quiere que una visita se vaya.
Anselmo: Pues le sirves varios vasos con agua, hasta que se vaya.

En una oportunidad llegó un conocido de su padre, que hablaba mucho y a Carmen realmente le fastidió, así que comenzó:

Carmen le llevó el primer vaso con agua.

Visitante: Ay mijita, que rico, me estaba muriendo de la sed... muchas gracias.

El visitante siguió hablando con Anselmo...

Carmen lleva el segundo vaso con agua.

Visitante: Ay mijita, gracias, la verdad es que estaba seco, con estos calores que están haciendo.

Carmen lleva el tercer vaso con agua, y ya Anselmo descubre que su hija, está siguiendo su consejo, y la mira, tratando de decirle: Ya para¡ pero el sabe que ya no hay nada que hacer.

Visitante: Ay mijita, de verdad que ya estoy lleno, estoy que me reviento... Anselmo me prestas el baño por favor? 

Cuando sale el visitante del baño, Carmen le insiste que se tome el vaso con agua que le había llevado, (cómo me lo vas a rechazar, si el agua te hace bien) y el hombre por decencia accede, pero se toma la mitad.

10 minutos más tarde, vuelve Carmen y le lleva un cuarto vaso con agua al visitante.

Visitante: Ay mija, gracias de verdad -el hombre se tomó dos sorbos de agua -... Anselmo, seguimos hablando otro día.

Anselmo: Mija tu eres terrible, ese hombre se puede orinar en el camino...


40 años después, apliqué la misma táctica con un amigo de mi primo. Nos estábamos viendo un partido de la selección Colombia. Fueron dos vasos de agua enormes que se tomó, pero éste no se fue. Fue al baño, pero cuando estaba en el baño, la selección Colombia metió un gol, que se lo perdió en medio de la angustia de estar orinando, mientras que todo el mundo afuera gritaba el gol.


EL CUENTO DEL SAPITO

Mi mamá tuvo varios pretendientes, y en su época se acostumbraba a hacer visita.

Uno de esos pretendientes era bastante parecido a un sapito, y así le decían, incluso, el sabía que le decían así.

El hombre comenzó a visitar por las tardes, todos los días, y mi mamá ya había decidido esconderse y no salir a atenderle la visita, con la esperanza de que el hombre desistiera de su propósito.

Cierto día, llegó el joven de visita, y mi mamá quería salir, pero no sabía si el pretendiente estaba en la sala esperándola para hacerle una visita, así que le dijo a un sobrino (Anselmo José) que fuera a la sala y revisara si ahí estaba el señor sapito.

El joven Anselmo José fue a la sala, en la cual se encontraba, el abuelo Anselmo, el tío Raúl y varios de sus amigos, su papá Anselmo Antonio, y Sapito. Pero como el niño no entendía la diferencia entre sapito animal y sapito persona, porque no sabía que al pretendiente de su tía le decían sapito, pues comenzó a buscar en el suelo al sapito animal constantemente, y luego de un buen rato buscándolo, concluyó y le gritó a su tía, desde la sala: ¡Tía... aquí no hay ningún sapito¡

El tío Raúl y sus amigos se murieron de la risa, Anselmo Antonio trató de regañar a su hijo, y el Abuelo Anselmo, casi se muere de la vergüenza. Lo que si ocurrió, es que Sapito, dejó de visitar la casa.


JOSE, ANITA Y ESNEIDER

Anita fue mi primera niñera, y tenía dos hermanitos, que también vivieron con nosotros y fueron también mis niñeros.

En otra ocasión, mi mamá también se estaba haciendo negar para no atender una visita en su casa, de un primo, de mi papá, quién timbró en varias ocasiones en la casa, y mi mamá le dijo a la empleada que se llamaba Anita, que le dijera que mi papá se encontraba en la oficina. La empleada no le entendió y le decía al primo que mi papá estaba donde Josefina.

Primo: Y donde está Jorge?
Anita: Donde Josefina.
Primo: Y donde está Josefina?

Carmen: Anita, no es Josefina, dile que Jorge está en la oficina.

Anita: El señor Jorge está con Josefina.
Primo: Y quién es Josefina.

Carmen: Anita, que es OOO FIII CIII NAAA

Anita: Que el señor Jorge es JOO SEE FII NAA
Primo: ¿Cómo así que Jorge es Josefina?


A José que era el menor, mi mamá lo llenó de mucho temor, era un niño como de 4 o 5 años, cuando llegó a la casa. Mi mamá era muy nerviosa y la primera casa que nosotros tuvimos, tenía mucho monte al rededor, y cada vez que había un ruido raro, su instinto era salir corriendo y meterse debajo de la cama. Así se llevaba a José para debajo de la cama, y el niñito salía corriendo. Eso dice mi mamá que influyó mucho en José, porque todos los días llegaba del colegio correteado de otros compañeritos que lo seguían hasta la puerta de la casa a pegarle y el no se defendía sino que salía corriendo. Y les decía, les voy a echar a mi hermano Esneider, el si los casca... 

Mi mamá veía como José nombraba a Esneider como su protector, y en efecto era su hermano mayor, y pensó que era grande, pero cuando lo conoció era del mismo tamaño, parecías gemelos a pesar de que Esneider era el mayor, pero eso sí, con una valentía y una fuerza de corazón increíble, y como dijo su hermano, lo protegió y los niñitos que antes correteaban a José, el los hizo correr.

Mi mamá lo consentía bastante, lo peinaba, y le echaba masajes para según ella alisarle el pelo. En una ocasión le dejó un masaje con una pañoleta, y se la dejó puesta. Ya mi papá le había llamado la atención a mi mamá que le dejara de poner pañoletas al niño, y preciso, llegó mi papá al medio día, y salió José a abrirle la puerta emocionado y se olvidó que tenía puesta la pañoleta. Mi papá desde el carro le dijo, oiga joven qué trae usted puesto? El niño se miró su camisa, sus piernas y sus pies y dijo: Nada, doctor. Y mi papá le insistió: ¿Qué tienes puesto en la cabeza? El niño se tocó la cabeza y se acordó que tenía la pañoleta y con pena enseguida se la quitó.



MI MAMÁ CONTESTANDO EL TELÉFONO DE SU CASA.


Anselmo Antonio, uno de los hermanos de mi mamá llamó a la casa de mi abuela, en aquellos tiempos en que los teléfonos eran de rueda giratorios, y hacían que las personas se equivocaran al marcar, y le contestó mi mamá:

Mi mama: Buenas tardes, policía Nacional.

Mi tío: Excuse señorita, me equivoqué de teléfono.

Vuelve y llama

Mi mama: buenas tardes, Policía Nacional.

Mi tio: Excúseme señorita, deben estar las líneas cruzadas (A veces  ocurría en ese tiempo que se cruzaban las líneas, es decir, uno marcaba un número y salía para otro)

Vuelve y llama

Mi mama: Buenas tardes, Policía  Nacional.
Mi tío: señorita discúlpeme que pena, estoy tratando de llamar a mi mamá y me está saliendo la llamada para allá... ELVIRAAAA (llama a su esposa, que nada tiene que ver en el asunto), mira a ver que esta pasando con el teléfono, que estoy tratando de llamar a mi mamá y me sale la llamada para la policía Nacional.


NEGANDO A LAS NOVIAS DE MI TÍO ALVARO.

Otro hermano de mi mamá, mi tío Alvaro, estaba esperando la llamada de una novia. Antes solo había un teléfono en la casa, y todas las personas dependían de ello, así que la familia se ponía de acuerdo para que a unos los llamaran a una hora, y a otros a otra, incluso se encargaban entre sí que si a alguno lo llamaran, pues que le avisaran.

Así pues, que mi tío Alvaro esperaba una llamada importante de su novia, y contesta mi mamá.

Mi mamá atiende a la novia, habla con ella, pero le dice que su hermano Alvaro, que tenía enfrente esperando, no estaba. A mi tío Alvaro le decía que la llamada era para otro hermano, y se quedaba hablando un rato con la novia, y colgaba. La novia no le creía a mi mamá, esperaba 5 minutos y volvía a llamar, nuevamente contestaba mi mamá, y volvía a negar a mi tío Alvaro que tenía enfrente, y a este, le volvía a decir que era de otra persona. La novia esperaba 10 minutos y volvía a contestar mi mamá con el mismo resultado. Mi tío Alvaro se iba para la calle aburrido, llegaba a visitar a su novia y le reclamaba que se había quedado esperando su llamada, y ella le contestaba que si lo había llamado 3 veces, y que había hablado con la hermana Carmen, un buen rato, y que ella le decía que no estaba. Mi tío Alvaro le decía  pero ¿Cómo que no estaba si me tenía enfrente y me decía que estaban llamando a otra persona?

Mi tío Alvaro que tenía varias novias en su momento, hacía varias visitas, y también le decían que lo habían llamado varias veces, y que contestaba su hermana, y ella decía que no estaba, y que se quedaban hablando con ella.

Alvaro: ¿Carmen que me estuvieron llamando y que tú contestabas y le decías que yo no estaba?
Carmen: Tu estas loco, a ti no te ha llamado nadie.


EL POBRE KIKE

Enrique Del Valle, vecino de toda la vida de mis abuelos,  hablaba gopeado como buen cartagenero, por eso, no le decía a mi mamá Carmencita, sino Canmencita. Una gran persona en todo caso.

Estaba mi tío Raúl, un hermano de mi mamá estudiando en Bogotá, y mi mamá y mi tía Piedad querían hablar con él pero no había plata para llamarlo por Telecom. Fueron donde Kike Del Valle, el vecino de al lado, e hicieron la llamada. Sale Kike al mes siguiente:

Kike: Canmencita, tu hiciste una llamada a larga distancia?
Carmen: No Kike como se te ocurre.
Kike: Es que me llegó una cuentona de teléfono. Pero yo ya estoy sospechando de dos vergajos, si hubieses sido tu no hay problema, pero deja que los voy a coger.
Carmen: ¡No Kike, qué abuso¡
Kike: Gente inconsciente Canmencita, esos deben ser algunos de esos vergajos del dominó que estaban jugando conmigo el fin de semana y seguro hicieron una llamada de media hora a Bogotá. Pero el problema es ¿Quién habrá sido el vergajo?

Kike, siempre le regalaba a mi mamá, comida, dulces. Una vez estaba mi mamá con un hambre, y mi abuela dejó unos patacones viejos mal parqueados en un sartén, y estaban duros, pero mi mamá se los estaba comiendo con un gusto, y pasa Kike y ve a mi mamá comiendo y le dice:
Kike: ooo Carmenncita que estas comiendo
Carmen: ay Kike, unos patacones, quieres?
Kike: Uy que rico, gracias Canmencita Le da mi mamá los patacones viejos a Kike.

Al rato le dice Kike, Canmencita esos patacones muy ricos de sabor, pero casi me parten un diente


SAMUELITO

Franklin Samuel, es un sobrino de mi mamá, de los más queridos y de los que compartió mucho con nosotros, es hijo de mi tía Piedad, y les pasó muchas cosas.


Llega mi mamá a la casa de mi abuela a las 2 de la  tarde y se encuentra con su sobrino Franklin Samuel:
Franklin Samuel: Hola tía
Carmen: Hola Samuelito, ¡Anda, mira como esta la sal en la terraza¡

Franklin se queda mirando... Y dice tía donde esta la sal?
Le explica mi tía Piedad (su mamá), Franklin Samuel, no es la sal, es el sol, es que tu tía le cambia las vocales.
Franklin Samuel: Aaaaa.


Franklin es de muy buen apetito y a diferencia mía, comía de todo y le daba hambre muy puntual a la hora del almuerzo. Mi mamá no era puntual a la hora del almorzar y comenzaba a cocinar a las 12, así que dependiendo del tipo del almuerzo, se podía estar almorzando a la 1 o a las 2, para Franklin esto era una tortura, se sentaba a las 12 en una silla en la cocina, porque tenía hambre, y le preguntaba a mi mamá: Tía yaaa? el no veía movimiento de cocina y se preocupaba más... Tía yaaa? y a esa hora, apenas mi mamá iba a comenzar a cocinar. Franklin Samuel sufría la hora o la hora y media que mi mamá cocinaba en la silla. 

Esa tortura de hambre también la sufrieron otras personas. En una ocasión mi mamá invitó a almorzar a Luis José, un tío de mi papá, el cuál también era muy puntual para el almuerzo. Eran las tres de la tarde, mi mamá estaba cocinando un sancocho, y eran las tres de la tarde y todavía no estaba la comida para servir. Este señor no aguantó más y se fue.

Otra que sufría mucho fue mi abuela Toña, que se quedaba en la casa los fines de semana con nosotros. Mi abuela hacía una siesta a las 11, se levantaba a las 12, y mi mamá le decía que iba a comenzar a cocinar. Mi abuela se volvía a dormir, se levantaba a la 1,  y mi mamá aún esta cocinando. Luego se levantaba a las dos y mi abuela ya desubicada con su horario le preguntaba a mi mamá, Carmen, ya yo almorcé?




CARMEN Y EL FUTBOL

Iba a jugar la selección, y mi mamá decía: A mi me encanta como juega la pabita, el pase preciso.

La gente quedaba fuera de foco y preguntaba: ¿y quien es la pabita?
Había que explicarles que era el Pibe Valderrama.



Estaban mis tíos y mi abuelo viendo un partido de la selección Colombia, y de repente.... Se iba la luz.
Hp, hp, hp. Se fue la luz.

Al rato, salían del cuarto y se daban cuenta que había luz en las otras casas
Era mi mamá que había bajado los tacos de la energía y se estaba riendo en la concina.

Si se fue la luz eléctrica, pero mis tíos siempre sospechaban que era mi mamá y en el fondo guardaban la esperanza de que fuera ella y no un apagón, para seguir viéndose el partido.


LOS RULOS DEL ABUELO ANSELMO.

En un medio día, mi abuelo le dijo a mi mamá, que lo sobara mientras hacía una siesta.
Mi abuelo se durmió, y mi mamá comenzó a peinarlo, y le puso unos rulos en la cabeza, bien apretados.

De pronto llega mi abuela Antonia, Anselmo te buscan...

Era un cliente que había citado mi abuelo en la casa a las 2 de la tarde.

Sale mi abuelo a lavarse la cara y se ve los rulos puestos en el espejo, y trata de quitárselos y no puede, porque mi mamá se los había enrollado bastante fuerte.

Y mientras tanto, el cliente esperando en la sala...

Mi abuelo afanado llama a mi abuela para que lo ayude: Antonia ven... Quitarme estos chismes...

Mi abuela se lo queda viendo y se echa a reír, y cómo te pusiste esos rulos.

Anselmo: Fue Carmen que me los puso, y yo me quedé dormido.

Mi abuela ayuda a mi abuelo a quitarse los rulos, le jala los pelos, le arranca otros, en medio de un forcejeo en el baño, y cuando ya logra quitarle todos los rulos, le dice: Anselmo tu tienes a esa pela hecha da a perder, eres un bobo con ella.


LAS FIESTAS CON CARMEN.

Mi tía piedad y mi mamá iban a una fiesta, con permiso hasta la 1.

Piedad: Carmen vamos que nos van a regañar, ya son las 12:30
Carmen: Otro ratico... Piedad.
Piedad: Carmen vamos que nos van a regañar, ya son las 12:50
Carmen: Otro ratico que está la fiesta sabrosa.
Piedad: Carmen ya nos van a regañar, ya es la 1:10
Carmen: Bueno, Piedad si ya nos van a regañar, para que nos vamos.


En una fiesta de mis tíos con conjunto vallenato incluido, uno de los invitados de mi tío era Gonzalo Noguera. El hombre se emborrachó y se quitó los zapatos. Mi mamá los cogió y se los escondió. El hombre se fue en medias para su casa, pues no los encontró por ninguna parte. Al día siguiente en la fiesta, el hombre fue apenado a la casa de mis abuelos a preguntar por sus zapatos, mi tío Manuel fue el encargado de atenderlo.

Gonzalo: Mañe, que pena contigo, ayer en la fiesta se me extraviaron los zapatos y no los pude encontrar, llegué a mi casa y me dieron una cantaleta, de que había votado los zapatos de la pea que tenía... mejor dicho que regaño tan grande por llegar en medias a mi casa.

Manuel: Hombre Gonza... déjame ver y hablo con mi mamá a ver si encontró los zapatos.

Mi tío Manuel habló con mi abuela, y no había noticia de los zapatos.

Manuel: Hombre Gonza... dice mi mamá que no los ha visto, pero que los seguirá buscando, vente mañana a ver si aparecen.

Gonzalo fue al día siguiente, y también al día siguiente, por sus zapatos, y nada que aparecían.

Mi tío Manuel  refirió el cuento en el almuerzo a todos en la familia. Y dijo, ya Gonzalo ha venido 2 veces, que está buscando sus zapatos que al parecer los dejó el día de la fiesta.

Mi abuela dijo: ajó y quién va a tener esos zapatos y yo ya hice aseo, y yo no encontré ningún zapato extraño.

Mi tío Raúl que conocía bien a mi mamá y quien ya estaba riéndose mucho, le preguntó: Carmen, tu tienes los zapatos de Gonzalo?

Mi mamá respondió: Yo se los escondí, porque se emborrachó y se quito los zapatos. Para que no lo vuelva a hacer en casa ajena.

Mi abuelo: Bien hecho hija... pero se los devuelves en dos días para que sea serio.


ESA MUJER SI ES BRAVA

En el tiempo en que se prohibió parquear en el centro de Santa Marta y que pasaba una grúa llevándose los carros, mi mamá seguía parqueando el carro en frente de la casa de mi abuela, donde se había prohibido parquear, y estando sentada en la casa de mi abuela, pues cuando llegaba la grúa, se montaba al carro y daba una vuelta y se volvía a parquear o si seguía la grúa molestando, pues se iba para su casa.

En cierta ocasión, mi mamá dejó el carro parqueado en la misma cuadra de mi abuela, pero en frente de un local donde se vendían electrodomésticos, y que era de un señor de apellido Deibi, hijo de un futbolista argentino que jugó en el Unión Magdalena y que tuvo una pizzería en Bavaria. Mi mamá le encargó al suegro de Deibe, que ella conocía, que si veía la grúa le avisara para llevarse el carro. La grúa pasó y se llevó el carro de mi mamá, y el señor se le olvidó avisarle. Mi mamá le dio insultó a ese señor tanto, que después de 20 años des suceso, yo que había estudiado con la nieta de ese señor, y que me invitó a su matrimonio, me encontré con ese señor después de muchos años, le dije mis apellidos, Abello Gual, y el me dijo, los Gual, claro yo los conozco, pero es especial una de las Gual, qué señora esa tan brava, esa señora es candela... una vez me metió una insultada, que ni le digo...    Yo le dije: Esa es mi mamá.


CARMEN Y EL SOL

Una de las cosas que descomponía a mi mamá era el sol. Para ella asolearse era lo peor del mundo, le molestaba quedar bronceada, se sentía morena, y eso para ella desde el punto de vista estético la molestaba. Por eso, siempre usó paraguas para el sol, y era prácticamente un artículo distintivo de ella, pues lo que no quería era verse morena.

En una ocasión mi hermana, se llevó a mi mamá para una grabación de una novela que hicieron en Santa Marta, y que necesitaban extras. La grabación comenzó a las 12 y terminó como a las 5, y para terminar de acabar se le quedó el paraguas. Mi mamá se ha asoleado y se bronceó bastante, estaba cabrera, se quejó por lo menos 2 semanas hasta que se le pasó la bronceada. Mi papá y yo nos reíamos, a mi hermana que era a la que culpaba, no le era tan gracioso. Pero mi papá y yo, muy a pesar de lo que ella decía, que se veía fea, hinchada e inflamada, si concluíamos que se veía más bonita bronceada, pero eso sí, preferíamos que se le pasara ese mal genio rápido.

En una ocasión también, tuvimos que hacer unas diligencias en el centro de Santa Marta a las 11 de la mañana, y me he llevado a mi mamá para hacer las vueltas. Parqueamos en el parqueadero de la Olímpica al lado de Cajamag, y teníamos que ir al centro de Santa Marta a varias cosas. El calor y el sol estaban en su máximo esplendor. Era la 1 de la tarde terminamos las vueltas, y mi mamá estaba que me mataba. Era precisamente de las 11 a las 2 de la tarde que ella evitaba salir para no asolearse, ni sudarse.


TIROTEO EN EL CEMENTERIO DE SANTA MARTA.

En una ocasión, mis papás fueron a dar un pésame porque se había muerto el papá de un amigo de mi mamá.

No lograron ir a la funeraria, y terminaron yendo al entierro en el cementerio. 

Mi papá se quedó conmigo en la entrada en el cementerio, me tenía cargado, y mi mamá entró al cementerio a saludar a sus amigos.

De pronto dos carros llegan al cementerio, uno persiguiendo a otro en medio de un tiroteo. Era un vehículo que se estrelló en un poste al lado de la entrada, a unos 3 metros de donde estábamos mi papá y yo. Y una camioneta con plafón que llevaba en el plafón a un hombre con una ametralladora disparando. Cuando mi padre escuchó el tiroteo se metió en la entrada del cementerio, y llevándome cargado, se escondió detrás de una columna, lo mismo hicieron todas las personas que estaban al rededor. En Santa Marta la guerra de los Cárdenas y los Valdeblanquez, había acostumbrado a los samarios a salir corriendo y esconderse para evitar una bala perdida.

Mientras que yo estaba con mi papá en la columna, y viendo como el tipo que estaba en el plafón de la camioneta acribillaba al tipo que se había estrellado en el poste, alcancé a escuchar el grito: ¡CORRAN QUE ESTO ES UN TIROTEO¡

La situación era un caos, porque en efecto habían el tipo de la ametralladora venía disparando en contra del carro de la víctima desde muchas cuadras, y luego de que chocó el vehículo con el poste, siguió disparando, así que se escucharon muchas ráfagas.

La gente corría de un lado a otro en el cementerio, se ocultaba detrás de las bóvedas de los muertos, muchos se metieron en bóvedas y las abrieron. Y otros como mi mamá, se volaron las rejas y las paredes del cementerio para escapar a la calle, pues la gente pensó que el tiroteo se iba a meter en el cementerio.

Luego de que se acabó el tiroteo, mi papá, salió corriendo al interior del cementerio buscando a mi mamá. Nosotros habíamos visto cómo el asesino remató a la víctima (Monche Barros) y se había ido huyendo en la misma camioneta como llegó. 

Buscamos a mi mamá por todo el cementerio, le preguntamos a varios conocidos, y nos dijeron que sí la habían visto, pero que no sabía donde estaba. Mi papá se cansó de buscarla en el cementerio y decidió ir a la casa de mis abuelos, esperando que hubiera podido llegar allá, que quedaba más o menos a cinco cuadras, en ese tiempo no existían los celulares, así que no había una forma inmediata de ubicar a una persona.

En efecto, mi mamá estaba sentada en la terraza en la casa de mis abuelos, en un mecedor. Se había volado la paredilla del cementerio con tacones, con vestido, con la ayuda de un amigo Gabrielito, salieron corriendo por la calle, y llegaron a la casa de mis abuelos. Todo ello en un ataques de nervios, donde mi mamá fue la que gritó, la que hizo que todo el mundo saliera corriendo, y que hizo a varias personas, entre ellas a su amigo Gabrielito, a saltarse una paredilla de más de 2 metros de alto.


CLARO Y LA PASTILLITA CURATIVA.

Estábamos de vacaciones en Panamá, nos habíamos quedado en el apartamento de mi tía Piedad. Mi tía piedad tenía un cuñado de nombre Claro, que llegó a visitar al medio día, y se puso a hablar con mi mamá. Y le dijo que se sentía como mal, como inflamado, y mi mamá, le dijo, mira yo si te veo como inflamado, es como si estuvieras reteniendo líquidos, yo tengo una pastillita muy buena, que te puede servir y te puede aliviar ese malestar. Fue al cuarto, sacó la pastilla y se la dio Claro, sin advertirle cuales eran los efectos de dicha pastilla.

En la noche, en la casa de mi tía Piedad se organizó un juego de cartas, estaban jugando mi tío Franklin, mi mamá, Claro y otro hermano de mi tío Franklin. La partida de cartas se suspendía y se suspendía en  todo momento, porque Claro tenía que ir al baño. En la mesa de juegos se decía, ¿a quién le toca? A Claro, ¿y donde está? en el baño. Hasta que mi tío Franklin le preguntó: Claro ¿Qué te pasa? así no podemos avanzar en el juego, cada vez que te toca jugar, estás en el baño, no le prestas atención ni al juego.  Claro respondió: Joda Hermano, qué pena con ustedes, pero no sé que me ha dado, y me la he pasado todo el día en una meadera, que voy cada quince minutos al baño, y son chorros y chorros, y a pesar de que orino bastante, a los quince minutos me vuelven a dar unas ganas, que no las puedo ni aguantar porque me meo... ya yo estoy preocupado... yo creo que mañana me va a tocar ir al médico. 

Mi mamá que lo escuchó, estalló en risa, pero no fue capaz de decirle que la pastillita que le había dado al medio día era un fuerte diurético, que era lo que lo mantenía con esas ganas de orinar incontenibles, así que le dijo a mi tía piedad, para que mi tío Franklin su esposo, le dijera a Claro, su hermano, que la pastillita curativa era un diurético, y que no tenía que preocuparse, porque sus efectos no duraban más allá de un día.

Claro, descansó porque en verdad pensaba que se había enfermado, no se molestó y todo el mundo se rió del tema, y el a los dos días pidió otra pastilla, porque le había ayudado bastante según él con la retención de líquidos.


CARMEN LA MAESTRA DE LAS DESCOMPOSICIONES.

Mi mamá se disfrutaba a los sobrinos, y a los niños en general, y una de las cosas que le gustaba era ponerlos a cantar.

Y armó un coro con todos sus sobrinos mayores: Anselmo José, Mónica, Lina, Claudia, Raúl Eduardo y Carlos Enrique, y los puso a cantar una canción, que la descompuso para mi, y decía:

"Bebé, Bebé, Bebé. 
Por otro bebé me dejó.
Que cruel es el destino
Y duro el camino
Pero yo le sigo cantando al bebé."

La canción fue aprendida muy bien por todos sus sobrinos, y cuando llegó mi abuelo del trabajo, estaban todos listos para sorprenderlo con semejante descomposición. Y cuando abrió la puerta de la casa, encontró a sus seis nietos cantando a pulmón herido dicha canción.

Anselmo (Abuelo): Mija... yo esa canción la conozco, y tú le cambiaste totalmente la letra. Esos pobres pelaos están orgullosos de cantar semejante desastre músical... me duelen los oídos.

Carmen: Ven y les digo que te la canten otra vez, que con la práctica ellos van mejorando.

Anselmo: Nooooo



Mis abuelos tuvieron unos vecinos, eran de apellido Zorro Aycardi, la esposa era prima de mi papá, y mi mamá los conocía como vecinos. 

Uno de los hijos de eso vecinos, se acercaba mucho a mi mamá, ella estaba soltera y el niñito jugaba en la terraza, y jugaba con mi mamá. En uno de esos juegos, mi mamá le enseñó un trabalenguas: Zorro, zorrito, zorrazo, aquel me hizo pedacitos y tu me hiciste pedazos. Y el niñito se la aprendió muy bien.

Cuando llega el papá del trabajo como a las 5 de la tarde, pasa y saluda a mi mamá, y agarra al nene de la mano, y le dice el niñito, papá me acabo de aprender un trabalenguas. Y el papá le dice, que bien hijo y cómo es? y comienza el niñito: "Zorro, zorrito, zorrazo, aquel me hizo pedacitos y tu me hiciste pedazos." y el papá llega y muerto de la pena, sin saber que quién se lo había enseñado era mi mamá, le dijo: "Ve que pelao pendejo Nojoda, qué zorrito, ni que zorrazo, no ves que el apellido de nosotros es Zorro. Mejor cállese y vámonos para la casa. Este pelao si  es bobo, la hace a uno pasar es pena."


CARMEN Y LOS APODOS

Mi mamá le encantaba ponerle apodos a la gente, sobre todo a la gente que más quería, la más cercana, y era su firma:

Hermanos:

Manuel: Compae Manola.
Anselmo: No tenía como tal un apodo pues le decía Chemo como los demás, pero lo asociaba como "El espíritu de contradicción"
Berta: Santa
Raúl: Tabaquito.
Alvaro: La cachaca.
Piedad: No tenía apodo.


Sobrinos:
Karina: Telecarranza.
Luchy: La changa.
Milena: Malano.
Carlos Enrique: Carlota.
Rosana: Rosa vieja.
Margarita Rosa: Rosa nueva.
Claudia: La Tollita.
Lina: Lanao
Mangie: Manyó
Franklin Samuel: Samuelito

Primos:
Javier: Zabita.
Enrique: Enriqueta.
Agustín: Tin.

Cuñados:
Franklin: Francisco
Mercedes: Marchan


CARMEN Y LA QUERELLA DE POLICÍA.

Mi mamá era una fiera cuando nos protegía a mi papá, a mi hermana y a mi, y era bien brava. En una ocasión estaba yo en Bogotá, y me llama mi mamá por la noche.

Carmen: Jorge Arturo, ¿Qué es una querella?
Jorge Arturo: Mami es una denuncia que se coloca ante la policía y busca que a otra persona le pongan una caución. Sobre todo por agresiones menores.
Carmen: Ah... Es que me pusieron una querella.
Jorge Arturo: ¿Y por qué te pusieron una querella?
Carmen: Es que una niñita se ha puesto a decir una cantidad de barbaridades sobre mi hermana en el Colegio, y yo me la encontré en la calle, con la mamá, y la voy encarando, y le dije un poco de cosas, y la niñita me iba a alzar la voz, y yo le pegué su pescozón en frente de la mamá. Y ahora me están citando a una estación de policía por una querella que puso la mamá.
Jorge Arturo: Y de esto por qué no me habían dicho nada? Bueno te toca ir a la cita, no tienes que decir mucha cosa, te colocan una caución para que no te vuelvas a acercar a la niña, ni le vuelvas a pegar y listo. Debes decir, que estabas defendiendo a tu hija por un poco de calumnias que estaba diciendo la niñita en el Colegio, pero la caución es justificada y el compromiso es que no lo vuelvas a hacer.

La niña no volvió a meterse con mi hermana, afortunadamente.

domingo, 15 de agosto de 2021

LOS CUENTOS DE LUZ ELENA

 

LOS CUENTOS DE LUZ ELENA














Psicólogo: Luz Elena, que vez en esta foto?

Luz Elena: mucho dolor... Un golpe... Un chichón en la cabeza... Manolito... Es que mi nieto Manolito, a veces cuando coge alguna rabieta comienza a tirar carritos de juguete, y me ha golpeado con esos carritos en la cabeza. Ay doctor yo tendré algo malo?

Psicólogo: si, es estrés postraumático, le pasa a los soldados cuando vuelven de la guerra...

Luz Elena: y que me va a recetar?

Psicólogo: un casco


Luz Elena: John hay un coliflor en la cocina.
John: y donde más va a estar un coliflor luz Elena?
Luz Elena: No John... El coliflor se metió por la ventana.
John: y ahora quien nos estará tirando un coliflor por la ventana... A las 4.30, no esos deben ser los hijos de mi mamá, ya voy a arreglar eso...
Luz Elena: No John, el coliflor se metió volando...
John: A ver Luuu, desde cuando los coliflores vuelan?
Luz Elena: anda... No... No es un coliflor, en un chupaflor o un colibrí, pero tu me entendiste..
John: Si Luz Elena, fuerte y claro.🙄




















Psicólogo: Luz Elena, que ves en esta imagen?
Luz Elena: un árbol potroso.
Psicólogo: un árbol que?
Luz Elena: potroso...
Psicólogo: y donde le ves lo potroso al árbol? Luz Elena: ay no quise decir apoteósico!!!
Psicólogo: si, eso tiene mas sentido... Aunque puede ser un lapsus de algo que te haya impresionado o de alguna lectura que hayas leído últimamente😈
Luz Elena: (en pensamientos: esa debe ser la última novela turca que me leí)




Luz Elena: Jhon imagínate que a Kimmy (la perra de la casa), le pegaron la varicela en el jardín.
John: Luuu y desde cuando, esta la perra en el jardín? Y yo creo que te están engañando porque a los perros no les da varicela.
Luz Elena: John Bula, mi nieta no es perro, y le pegaron la varicela en el jardín.
John Bula: ahh a Agatha... Ahora si.
Luz Elena: eso es lo que te estoy diciendo, lo que pasa es que tu no me prestas atención.
John: si mija, así es🙄








Llega John a recoger a Luz Elena después de una reunión con las amigas del colegio.


Luz Elena: John, creo que la embarre con las amigas.
John: y ahora que hiciste Luz Elena?
Luz Elena: los huevos pequeñitos que nos comemos en el desayuno con salsa rosada son de que?
John: son de codorniz, por que?
Luz Elena: si, la embarre... Resulta que pedimos caviar, y estuvimos comiendo y hablando, y a una de las amigas dijo que prefería las huevas de pescado de las flores... Y bueno, yo dije que no hay como los huevos de avestruz... Y todas se me quedaron mirando...
John: y como no Luz Elena, cuando has comido tu huevos de avestruz?
Luz Elena: si, pero el cuento no termina ahí, porque una de las amigas me defendió y dijo que aquí en Colombia ya habían fincas que criaban avestruces... Pero lo que sí creo que no me creyeron fue que tu y yo, nos comiéramos una docena de esos huevos, cada uno en el desayuno.
John: Nojoda Luuuu, ahí estas pintada.


Luz Elena: Herminia, si llega John, le dices que me fui a la peluquería. 
Herminia: Listo Luuu. 

Llega John Bula media hora después... 

Herminia: John, que la Luuu se fue... 
John: Nojoda... Se fue la luz, y con este hp calor, esa gente de aire no tienen compasión de uno. 
Herminia: No John, es que se fue la Luuuu... 
John: Nojoda que aburrimiento, ni para verse un noticiero... Luz  Elenaaaaa. 
Herminia: John te estoy diciendo que la Luuu se fue... 
John: Eche Herminia, pero yo veo que hay luz en las otras casas... Sera que nos cortaron la luz? Eche si yo pague el recibo, como es que me van a cortar la Luz, voy a llamar a Johanna para que me haga el reclamo. Luz Elenaaaaa.   Eche Herminia, como que no hay luz, si el abanico prende... 
Luz Elena: Hola mi amor... 
John: Hola Luz Elena, y tu estabas en la calle? 
Luz Elena: si, si yo le dije a Herminia que te dijera... 
Herminia: Si eso es lo que le estado diciendo y no me entiende... Que se fue la Luuuu. 
John: Nojoda... A mi un día de estos me van a volver loco😝


Conversaciones por celular:
Jorge: Suegra, ya Johanna esta en trabajo de parto, ya va a dar a luz. 
Luz Elena: y le van a hacer cesarea? 
Jorge: no

Cristina: Luz Elena a Pedro lo van a operar de la vesícula. 
Luz Elena: Andale. 

Luz Elena: Anda John, ya Johanna va a dar a luz, y a Pedro Alonso le van a hacer una cesárea para sacarle la vesícula 
John: una que? 
Luz Elena: que le van a sacar una de sus dos vesículas. 
John: Erdaa luz que enredo. 
Luz Elena: hay que orar John para que todo salga bien, ya yo los encomende a la Minga. 
John: a la Minga luz? 
Luz Elena: John Bula, deja de joder, que estoy nerviosa


Una pesadilla de Luz.

2 de la mañana en la casa Bula Carreño.
John y Luz dormían en su cuarto.
En su sueño John sintió  que estaba como temblando. Su subconsciente le dijo, debe ser Luz Elena que esta teniendo una pesadilla y esta moviendo la patica, levántate que ya viene el punta pie.
Luz Elena que pega un grito y se levanta: Maria Camila Noooooo¡.
John Bula del susto sale disparado de la cama y cae al suelo.
Luz Elena: John que sueño horrible, soñé que Maria Camila le iba a enseñar la opera del Mondongo a Manolito, y que lo iba a cantar en el Matrimonio de Jessica.
John: Nojoda Luz un día de estos me vas a matar de un infarto, que susto.
Luz Elena: ve y tu que haces ahí tirado en el piso?
John: aquí buscando la cartera que se me habia perdido.
Luz Elena: a esta hora?
John: pues no, he salido disparado con el grito que pegaste que casi me mata del susto.
Luz Elena: ay John tampoco seas tan exagerado, y deja de estar tirandote al piso, que tu tienes que cuidarte la diversión esa que tienes en el ...
John: Diverticulitis Luz Elena, tienes que tener cuidado, no vayas a decirle a la gente, entre ellos los hijos de mi mamá, que yo tengo una diversión en el culo, que van a decir las influencias, la prensa, la radio, la televisión.
Luz Elena: ay John, tu sabes que cuando yo quiero decir una cosa digo otra. Ay John, tengo como un antojo de jugo de puchecas.
John: un Jugo de que?
Luz elena: de puchecas...
John: pero Luz de donde vamos a conseguir un jugo de eso, será pedirle la Cristina qué está recién parida... y da pena.
Luz: Cual cristina, si la vez pasada John Alejandro me pidió uno por rapi.
John: pues que John Alejando consiga jugo de puchecas no me extraña, pero que lo haya conseguido en  rapi si esta como raro luz.
Luz: mira aquí está  y aparece en rapi.
John: es cosechas luz...
Luz: y yo que dije?
John: puchecas...
Luz: Ay pero tu no me ayudas.
John: si luz total🙄. Y ahora que haces poniéndote ese casco de moto para dormir.
Luz: es que lo que me levanto en el sueño fue que Manolito me había tirado un carrito a la cabeza, ¿tu que sabes que me acueste a dormir, y siga el sueño por donde quedo, y esta vez si me pegue en la cabeza?


Luz Elena: john tienes que decirle a John Alejandro que quite un cartel que puso en la entrada de su cuarto.
John: y que puso Luz Elena?
Luz Elena: john, que lo quite, que aqui vienen tus hijas,  Johanna y Jessica, y tu nieta Carolina y aqui vive la Maria Camila y la kimi, que después me toca contratarle la psicóloga, porque ella es muy sensible.
John: pero que dice el cartel  luuu?
Luz Elena: es un cartel que dice: bienvenido a tu culito.
John: hp ese pelao es la verga...
Luz Elena: eso no tiene gracia john, eso no puede ser asi, el tiene que respetar las reglas de esta casa.
John: si, Luz tienes toda la razón, ya ahorita hablo con el, para que lo quite.


NO ESTOY VENDIENDO NADA, ME HACKEARON EL FACEBOOK 

Luego de que le hackearan el Facebook, Luz Elena publicó No estoy vendiendo nada, porque le comenzaron a publicar que estaba vendiendo una nevera.

Ahora dicen la turca del Facebook, ya le vendió un abrigo a un oso polar, un raspao a un esquimal, una bufanda a un camello, un smokin a un pinguino, un pupitre de colegio como una silla reclinomatica, vendió aserrín como canela rayada, y un borrador de leche como queso pera, también vendió algodón con agua de azúcar como pulpa de guanábana, vendió un hueco en Bogota, vendió un caí como casa de interés social... esta señora no tiene limites.

John: Luuuu me llamaron que me estas vendiendo por facebook...
 Luz Elena: ay John tu sabes que me hackearon el Facebook.
 John: pero que raro... dice vendo marido... defecto... fuga constante de gas... no admito devoluciones...
 Luz Elena: Ay John como me crees capaz?


LLAMADAS DE JOSE IGNACIO A LA ABUELA LUUU






Jose Ignacio: Tierra llamando a Marte... Tierra Llamando a Marte... Marte Responda!
Luz Elena: Aloooo, hola Jose Ignacio...
Jose Ignacio: Hola abuela Luuu, yo sabia que eras de otro planeta...

Alooo abuela, como estas? Me contaron que hubo una señora que confundió un ascensor con luz roja, con un semáforo en rojo... fuiste tu abuela verdad? Ah que si? Yo sabía abuela que habías sido tu... solo quería confirmar...

 Aló hola abuela, buenos dias, no abuela... ya te dije... yo hago PATALETAS... NO PANTALETAS, ahora tengo 5 pedidos de pantaletas de amigas tuyas... que que voy a hacer?  Pues yo se las vendo, no voy a perder ese negocio.

Aloo Abuela. Luz Elena: Hola Jose Ignacio como estas?. Jose Ignacio: abuela necesito un favor tuyo. necesito que hables con mi tia Jessica para que me diseñe las pantaletas de tus amigas, hay que aprovechar que ella es diseñadora de interiores. Luz Elena: Jose Ignacio, pero Jessica no diseña esos interiores. Jose Ignacio: No importa abuela, esto es una emergencia, me comprometi a entregar ese poco de pantaletas en 15 dias, y no podemos quedarles mal a tus amigas. Luz Elena: ni hablar, que verguenza, ya le digo a Jessica que diseñe, y eso si... van a salir con la marca de Fabricajas.

LA PRIMERA VEZ QUE JOSE IGNACIO LE DESEABA FELIZ CUMPLEAÑOS A SU ABUELA LUUUU

Hoy cumple el personaje más gracioso de mi vida, única e indiscutible, genio y figura, la locura de mi abuelo John, doña prudencia, el azote político de la izquierda, la que llama a sus hijas con el nombre equivocado, la que en su vida ha tenido dos fechas distintas de cumpleaños, la que nos prepara la panza magra luego de lavarla tres veces en la lavadora, la que activa la alarma en vez de abrir la puerta, y la que a mi mamá le va a pasar un memorando por ingerir bebidas alcohólicas en la oficina: mi abuela Luuuu, te quiero mucho😘



John Alejandro: mama tengo un ataque de pecueca en el pie izquierdo😉
Luz Elena: hay Dios mio John Alejandro... hay que llamar a Pedro Alonso rapido... nosotros tenemos problemas del corazon y son hereditarios... rapido vamos a la clinica... voy a llamar a John.... john, John Alejandro tiene un ataque de pecueca, ya nos vamos a la clinica, nos vemos alla.
John Bula: esperate Luuuu... un ataque de que?
Luz Elena: Un ataque de pe... de pecue... John Alendro me dijiste un ataque de pecueca?
John Alejandro: si🤣
Luz Elena: Nojoda, yo entendi otra cosa... que susto marica... ves a echarte talco nojoda.
John Alejandro: 🤣🤣🤣
Luz Elena: Que pena John, falsa alarma y que mas que me cuentas?

Johanna:Luz Elena una recomendación para el curso de Carolina, tienes que mandar un video.
Luz Elena: claro que si, ya les mando el video.
Johanna: Luz Elena como le mandas a decir a las niñas que se laven bien el orto por lo menos una vez al día.
Luz Elena: No, yo no dije eso, esas son cosas de Jorge Abello, que me para inventando vainas.
John Bula: Joda Luuu, tu eres muy capaz.
Luz Elena: Ah nooo, yo si soy muy capaz, pero eso no lo dije yo, eso me lo inventaron...
Johanna: Luz Elena, tu que pensabas que era el orto?
Luz Elena: Como no voy a saber yo que es un orto... el orto es una parte importante de toda mujer y sirve para...
Johanna: ya Luz, no queremos detalles, te estamos mamando gallo.
Luz Elena: yo lo que le dije a las pelaas, es que por eso de la edad y el desarrollo deben lavarse bien el rostro para evitar el acné.
Johanna: Ah con razón... confundiste rostro con orto... y de paso disctaste un curso de como evitar el acné en el orto.
Luz Elena: ahí  mami... que pena... tu sabes que ya tu mamá no es la misma.
Johanna: Luz Elena, les recomendaste a niñas de 14 años que se echaran mascarilla en el orto.
John Bula: hay dios mio🙄

 Luz Elena: Jessica, digo Kimmy,... Nooo, Johanna... Mira al niño que se está metiendo las narices en los oídos...
John Bula: Luuuuu.... Que se está metiendo qué?
Johanna: Luz Elena, como se va a meter las narices en los oídos, ni que tuviera trompa cual elefante.
Luz Elena: ay nojoda... Ustedes me entendieron.
John Bula:Si Luuuu, fuerte y claro🙄



Estaban John Bula y Luz Elena en un babyshawer y saludaron a una pareja que les tocó al lado qué eran novios, y llega Luz Elena y le dice a la muchacha: Nena me le mandas saludos a la esposa de tu novio...
John Bula: Luuuu... Te diste cuenta lo que le dijiste a esa niña? Le mandaste saludos a la esposa de su novio.
Luz Elena: anda... Y es que el man esta casado y sale con esta?
John: Nooo Luuuu, tu fuiste la que saliste con eso ahora, y ahora al man le están dando un sancocho de lengua por tu culpa... Anda mira, ya lo están levantando a tacón.
Luz Elena: Bien hecho... Por cachon.
John Bula:🙄

Manolo va a peregrinar al Himalaya en búsqueda de respuestas para la vida y se le aparece el sabio Confucio, y Manolo le pregunta:
Maestro Confucio, sabio de todos los sabios, qué opina de una señora (Luz Elena) que cela a su papá como si fuera su esposo, ve a su hijo como si fuera su novio y regaña a su esposo como si fuera su hijo? 
El sabio Confucio responde: Uyyyyy qué barbaridad... qué esa señora esta muy confundida. 








 Luz Elena: Hay José Ignacio pareces un pirata fogoso.

 José Ignacio: y que es un pirata fogoso abuela? 

Luz Elena: digo un pirata famoso, es que me traicionó el subconsciente. 

José Ignacio: tienes que dejar de andar con ese tal señor consiente, por que no es la primera vez que te traiciona abuela.

EL SÍNDROME DE PETER

El síndrome de Peter.  Psicologo: buenos días, John de que vamos a hablar?  John Alejandro: ah yo no se doctor, si usted no sabe, menos yo, ...