¿POR QUÉ SE SEPARAN LAS PAREJAS? SEGÚN GOLEMAN
Hay diferentes problemas de pareja que llevan a la separación, la falta de tiempo, la falta de amor, la falta de objetivos en común, el maltrato, la infidelidad, etc. En este artículo quiero exponer sobre otra causa, que es la falta de inteligencia emocional, un esquema interesante, que puede ayudarnos a comprender ciertos problemas.
En el campo de la inteligencia emocional, el profesor Goleman (2023) expone una teoría sobre el problema que lleva a muchas parejas a separarse, según él, uno de los principales problemas es que los hombres y las mujeres en el campo emocional buscan cosas diferentes, mientras las mujeres buscan tratar los problemas y arreglarlos mediante la conversación, los hombres, tratan de evadirlos o evitarlos. Así las cosas, la mujer busca iniciar una discusión, y el hombre busca salirse de ella. Aunque si bien, no ocurre en todos los casos, pues en ocasiones los papeles se invierten, y a veces es el hombre que busca hablar y la mujer es la que evade, pero hay que tener en cuenta que la regla general es que la mujer quiere hablar, y el hombre no.
Las razones según Goleman (2023), es que a las mujeres durante su niñez, los padres (mamá y papá) hablan más de sentimientos, que cuando hablan con sus hijos varones. Por regla general las mujeres desarrollan más rápido las habilidades comunicativas, aprenden a hablar a más temprana edad, y en virtud de ello, aprenden a expresar más sus emociones que los varones. También aprenden a interpretar más las emociones de los demás y por regla general son más empáticas que los hombres en todas sus relaciones, y por ello, más que una conversación, la mujer busca conectarse con la otra persona (Goleman, 2023). Así también, las mujeres desarrollan en su lenguaje, otras tácticas de agresión, que sustituyen la agresión física, como "el ostracismo, el chismorreo malévolo o las venganzas indirectas" (Goleman, 2023, pág. 161).
Los hombres por regla general son inconscientes a veces de sus propios sentimientos, y mucho más de los sentimientos de las otras personas (Goleman, 2023), son discutidores, y la regla general es que acudan a la violencia física en vez de utilizar tácticas encubiertas de venganza que usan las mujeres (Goleman, 2023).
En el tema de los juegos, mientras que las mujeres tratan de crear grupos pequeños e íntimos basados en la cooperación y en minimizar la hostilidad, los hombres, buscan grupos grandes y basados en la competencia (Goleman, 2023, pág. 161). Según Goleman (2023), esto explica que si en un juego entre varones, si alguien se lastima, se espera que los saquen para que el juego continúe, mientras que si se trata de un juego de mujeres, el juego se interrumpe mientras que todas se reúnen para ayudar a la que se encuentra lastimada.
Otra diferencia que surge entre hombres y mujeres, es que "los varones se enorgullecen de su autonomía y su independencia inflexible, mientras las nenas se consideran parte de una red de relaciones. Así, los varones se ven amenazados por cualquier cosa que pueda desafiar su independencia, mientras las nenas sienten lo mismo cuando se produce una ruptura en las relaciones." (Goleman, 2023, pág.. 162)
También surge otra diferencia, y es que "las chicas se vuelven expertas en interpretar las señales emocionales verbales y no verbales y expresar y comunicar sus sentimientos, y los chicos en minimizar las emociones que tienen que ver con la vulnerabilidad, la culpabilidad, el temor y el daño." (Goleman, 2023, pag. 162)
Lo anterior, genera unas diferencias en la relación de pareja, mientras las mujeres tienen mayor capacidad para interpretar el lenguaje verbal y no verbal, los sentimientos de las personas, los hombres, les cuesta un poco más, y a veces lo pasan por alto, y esto sin duda conduce a problemas. Por otro lado, mientras que las mujeres tienen más habilidades para hablar, y necesitan hablar de como se sienten, los hombres en cambio evitan ese tipo de conversaciones, y a medida que van pasando los años en el matrimonio, tienden a guardar más silencio (Goleman, 2023, pág. 163).
Estas diferencias generan un patrón en las discusiones conyugales, que pueden llevar a la ruptura del matrimonio:
"Mientras ellas intentan plantear y resolver desacuerdos y quejas, sus esposo son más reacios a participar en lo que sin duda se convertirá en una discusión acalorada. A medida que la esposa ve que él se niega a esta participación, eleva el volumen y la intensidad de su queja, empezando a criticarlo. A medida que él se vuelve defensivo o responde con bloqueo, ella se siente frustrada y furiosa y añade desdén para subrayar la fuerza de su frustración. A medida que el esposo se considera el objeto de la crítica y el desdén de su esposa, empieza a caer en pensamientos de víctima inocente o indignación absoluta que disparan cada vez más fácilmente el desbordamiento. Para protegerse de esa situación, se vuelve cada vez más defensivo o sencillamente se bloquea. Pero recordemos que cuando los esposos se bloquean esta actitud dispara el desbordamiento en sus esposas, que se sienten totalmente frustradas. y a medida que el ciclo de las disputas matrimoniales aumenta puede quedar muy fácilmente fuera de control." (Goleman, 2023, pág. 172)
Habría que aclarar algunos términos, como por ejemplo, la crítica o el desdén, que significa, un ataque directo a la persona, y no una queja de la situación que le molesta. La crítica hace que la persona que la sufre, "se sienta avergonzada, disgustada, inculpada y defectuosa, lo cual conducirá a una respuesta defensiva, más que un intento por mejorar las cosas." (Goleman, 2023. pág. 165)
Precisamente, "la crítica y el desdén o disgusto habituales son señales de peligro porque indican que un marido o una esposa han hecho un juicio mudo desfavorable con respecto a su pareja. En sus pensamientos, el cónyuge es el sujeto de una condena constante. Este pensamiento negativo y hostil conduce naturalmente a ataques que hacen que la persona que los recibe se vuelva defensiva o esté dispuesta a contraatacar a modo de respuesta." (Goleman, 2023, Pág. 166)
Así las cosas, ante un ataque, el ser humano tiene dos reacciones, contraatacar o salir corriendo. En ese orden de ideas, se presenta la actitud defensiva, en la que el atacado se muestra siempre dispuesto a responder a los ataques, o en su defecto decide huir, que es una retirada hacia el total silencio, lo que se puede denominar el bloqueo. "El bloqueo envía un mensaje poderoso y desconcertante, algo así como una combinación de distancia glacial, superioridad y aversión." (Goleman, 2023, pág. 166)
También hay que tener en cuenta los pensamientos de victimización, que hace que las cosas se compliquen aún más:
"Una vez que los pensamientos perturbadores como la indignación absoluta se vuelven automáticos, son autoconfimrmadores: el cónyuge que se siente victimizado está analizando constantemente todo lo que su pareja hace, con el fin de confirmar el punto de vista de que es una víctima; pasa por alto o deja de lado cualquier acto amable por parte de su cónyuge que quiera cuestionar o negar ese punto de vista." (Goleman, 2023, pág. 168)
De esta manera, se centra una idea en la cabeza o un listado de quejas en la cabeza, que hacen que la persona piense que es una víctima, y que su pareja es una mala persona, de ahí, que cualquier tipo de relación o contacto, en ese momento sea interpretado como una agresión (Goleman, 2023, pág. 168).
"El cónyuge desbordado ha llegado a pensar lo peor de su pareja prácticamente todo el tiempo, interpretando bajo una luz negativa todo lo que hace. los temas insignificante se convierten en terribles batallas; los sentimientos quedan constantemente heridos. con el tiempo, el cónyuge que se ve desbordado empieza a ver todos y cada uno de los problemas del matrimonio como algo grave e imposible de arreglar, ya que el desbordamiento mismo sabotea cualquier intento de resolver las cosas. A medida que esto continúa empieza a parecer inútil hablar de las temas, y los cónyuges intenta aliviar sus sentimientos colectivos por su cuenta. Comienzan llevando vidas paralelas, viviendo esencialmente aislados uno del otro, y se sienten solos dentro del matrimonio." (Goleman, 2023, pág. 170)
De esta forma, el patrón de discusión de los cónyuges conlleva a un ciclo de agresiones, de aislamiento y en consecuencia a la separación. La mujer que no es escuchada se frustra, lo mismo que el hombre criticado. Cuando comienza el ciclo de las críticas, comienza la actitud defensiva, tu me agredes, yo me defiendo, tu me atacas, yo contraataco, cuando todo se vuelve una lucha, una pelea o una discusión, la vida se vuelve angustiante, se dispara la ira, se dispara la ansiedad, el hogar que debe ser el refugio del guerrero, se convierte en una extensión del campo de batalla, y no se descansa, no hay tregua, y lo peor, es que ello, puede llegar a otra etapa más grave, y son las agresiones físicas.
En el caso de los esposos maltratadores, se habla de que esos pensamientos se generan como una justificación de uso de la violencia en contra de su pareja:
"... estos hombres piensan como los niños que se convierten en los tiranos del patio de recreo: ven intentos hostiles incluso en los actos más neutros de sus esposas, y utilizan esta interpretación errónea para justificar ante ellos mismos su propia violencia (los hombres que son sexualmente agresivos con sus novias hacen algo similar, considerando a las mujeres con suspicacia y despreciando de ese modo sus objeciones) (...) Cuando estos hombres creen que sus esposas hacen algo que sugiere rechazo o abandono, su reacción se convierte en indignación y ultraje. supuestamente, los pensamientos automáticos como "ella va a abandonarme" son los que disparan un asalto emocional en el que los esposos golpeadores responde impulsivamente,..."
POSIBLES SOLUCIONES AL PROBLEMA.
Teniendo en cuenta ese patrón en las discusiones, es necesario ser muy asertivo y tener inteligencia emocional:
1) Explicar la situación que te molesta, no atacar a la pareja con crítica destructiva, ello va a generar que se sienta atacado y reaccione defendiéndose o contraatacando. En virtud de ello, enfoque la queja en lo que hizo y no le gustó, y no en su carácter o personalidad. (Goleman, 2023, pág. 173)
2) Los esposos deben prestar atención a las quejas de sus esposas, escucharlas y no minimizar sus problemas. El interés por escucharlas y tratar de entender su punto, hace que no se sientan desvaloradas, por no ser escuchadas, o que su opinión no cuenta, o que no les importa. (Goleman, 2023, pág. 173)
3) Evite pensamientos de autovictimización hacia usted o de satanización de su pareja. Piense que debe existir una explicación diferente, que fue un mal día, que está enojado o enojada, que es un hecho aislado, o que cuando piense mejor las cosas, se va a disculpar.
4) En el caso de un maltratador o una maltratadora, termine la relación y salga corriendo. No ingrese en el ciclo de la violencia, donde el maltratador actúa con violencia física o verbal, humilla y ataca el autoestima de la victima, luego pide perdón, confunde a la víctima, la manipula y luego vuelve a la agresión. Aquí no hay cariño, hay posesión de un objeto, no hay una relación en igualdad de condiciones, sino una dominación, donde hay una persona que cree ser superior, y trata a otra, como un objeto o una persona de menor categoría.
