Me engañaron con el perro
Hoy en día, no puede jugar con el perro, pues no atiende instrucciones, en vez de ladrar se rie de todo el mundo y se burla especialmente de su dueño. Ni él ni su familia pueden entrar a su patio pues corre peligro de muerte, porque es muy territorial, eso si es muy buen guardian de su casa, levanta a diente a propios y extraños. El bendito perro come más que toda su familia junta, come todo tipo de carne, no deja ni los huesos, y nunca aprendió a comer el alimento de perros. Tampoco lo puede sacar a pasear sin bozal, siendo apenas cachorro mordió y le arrancó la pierna a un rotwailer. A pesar de todo, el dueño dice que la familia le ha cogido cariño al animal.
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