El poder de los padres.

 El poder de los padres.

Los padres no parimos a los hijos, ni quedamos embarazados, ni amamantamos, y no somos a quien los hijos quieren ver cuando están más enfermos. 

La función de padre es una decisión que cuando la asumimos responsablemente tiene muchas recompensas. 

Sin embargo, somos los que cargamos la pañalera, somos el conductor de la familia, somos los que matamos las alimañas, los que intentamos reparar las cosas, los que intentamos dar soporte y seguridad al hogar, la primera línea de defensa de la familia ante extraños, el policía bueno y el policía malo en los regaños, los consejeros, o los compinches. 

Somos envidiado por las madres, nos dicen papas antes que mamás a las mamas, nos esperan todo el día para jugar con nosotros, nos esperan en casa, para contarnos todo los que les paso en el dia, nos hacen dibujos y nos lo regalan, en los partidos o en las obras del colegio, pueden estar las tribunas llenas, con mamá, abuelos y hermanos, pero si no llegamos es como si no hubiese ido nadie. Somos los que calmamos a mamá cuando está enfadada, somos el último recurso en los regaños, somos ese impulso inesperado que hace que los hijos superen y avancen, cuando mamá no pudo hacerlo. 

Y tenemos la responsabilidad de ser el orgullo o la decepción de nuestros hijos. Mamá siempre tendrá una relación muy especial con los hijos, pero los padres somos una parte muy importante que genera seguridad y confianza. Somos una parte muy importante para nuestros hijos, a pesar de tener aparentemente un papel secundario. 

Gracias papá por todo y por tanto. 

Feliz día a todos los padres, que cumplen esa gran labor.