EL SINDROME DE PETER PAN O MIEDO A CRECER.
Psicólogo: buenos días, Pedrito de que vamos a hablar?
Pedro: ah yo no se doctor, si usted no sabe, menos yo, si a mi me trajeron...
Psicólogo: Quien lo trajo?
Pedro: mi mamá y quien más... Me trajo casi que empujado.
Psicólogo: bueno hablemos de su madre...
Pedro: De la suya será ...
Psicólogo: Digo... hablemos de su relación con su madre.
Pedro: Eche y por qué? Y a usted que le importa eso?
Psicólogo: bueno... Que edad tiene?
Pedro: 33
Psicólogo: casado o soltero?
Pedro: Soltero, casado ni de vainas...
Psicólogo: Miedo al compromiso?
Pedro: No, yo propuse matrimonio y compre anillo y todo.
Psicólogo: Y que paso?
Pedro: Me arrepentí a última hora y la cague. La verdad es que me dio como pánico escénico.
Psicólogo: mmm, interesante, Y donde vive?
Pedro: en la casa de mis papás.
Psicólogo: desde cuando?
Pedro: desde siempre.
Psicólogo: y que hace?
Pedro: Jugar video juegos.
Psicólogo: y ha pensado en volverse a casar?
Pedro: No por ahora no, esta llegando el recibo de la luz muy caro. Tal vez cuando salga Petro de presidente.
Psicólogo: bueno... por lo que veo, usted padece del síndrome de Peter.
Pedro: si, así me llaman de cariño algunos amigos.
Psicólogo: No, me refiero al síndrome de Peter Pan, el miedo a crecer.
Pedro: pero si yo no me siento mal.
Psicólogo: Tiene que dar el primer paso... Y es ser consiente de que lo padece.
Pedro: pues sabe que doctor? Váyase al país de nunca jamás con su Peter Pan, y métase un garfio por donde sabemos, y yo me voy de esta monda.
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