martes, 27 de mayo de 2025

El chino y el temblor de Santa Marta

 

Hubo un temblor en Santa Marta


 El comentario del chino: Ahora nadie sintió el temblor? Cómo se llama cuando la gente pierde sensibilidad en el trasero ante movimientos bruscos? A ustedes no les ha pasado?

La cara de la gente después de ese comentario:







Dante y el purgatorio




 







La renuncia de las madres

 





El tiempo que le dedicas a tus hijos

 







sábado, 24 de mayo de 2025

Pequeñas pausas en el camino


Cansado y saturado de tanto trabajo y de las carreras que da la vida, decidí reencontrarme en un lugar que para mí es muy importante porque fue como un refugio especial en mis épocas como estudiante Universitario, y esa era la casa de mi amigo Rafa Borge. 

En esa casa compartí con una familia hermosa, a la que quiero con todo mi corazón, a mi amigo Rafa al que siempre le agradezco por haberme abierto las puertas de su casa, dónde recibí el cariño de su papá Rafael, su Mamá Cecilia y su hermana Rosa Inés.

En esa casa estudié los parciales más difíciles, aprendí lo que es tener un buen amigo, toque piano cuando más lo necesitaba, y recibí los consejos sabios de personas que me quisieron mucho, sin tener más relación que ser amigo de su hijo.

Y entre esos buenos consejos está el del señor Rafael, que me dijo una vez: "hay dos decisiones importantes de un hombre en la vida y en las que nadie se debe meter, la primera, es escoger la profesión, pues es a lo que te vas a dedicar toda la vida y de la cual vas a obtener tu sustento, y la segunda, es escoger a la mujer que será tu compañera de vida."

Recordandolo decidí visitarlo para regalarle un libro que había escrito, llame a mi amigo Rafa y le dije que iba para donde sus papás a llevarle el libro, Pero lo cierto es que quería verlos.

Llegué a la portería, donde los mismos porteros de hace 25 años me recibieron como siempre, dejándome entrar sin anunciarme. Subí las escaleras del edificio recordando cuantas veces en mi época de estudiante había subido esas escaleras y cuando toqué el timbre, escuché la voz conocida de la señora Cecilia quien pensó que era su hijo, pues no esperaba otra inesperada visita. Abrió la puerta y tardó en identificarme por la sorpresa, Pero al reconocerme me saludó con el mismo cariño de siempre.

Nos sentamos a hablar y esperé a que saliera el señor Rafael a quien le quería entregar mi libro. Mi amigo Rafa me había dicho que debido a un tratamiento se le había afectado un poco la memoria, Pero cuando me vio le salió una sonrisa, y me dió un abrazo diciéndome que hace rato no me veía. En ese momento sentí que valió la pena hacer una pequeña pausa en la vida para verlo y recibir ese abrazo.

Gracias familia Borge Jaime, por tanto cariño.


 

Música y educación