sábado, 8 de junio de 2024

EL MONÓLOGO DEL BORRACHO, POR TOÑO MATERA





 El Monólogo del Borracho, por Toño. 

Me he levantado un sábado luego de tomarme tres botellas de de whisky con unos amigos. El cuarto me da vueltas y a pesar de que estoy sentado en la cama, no doy ni para pararme ni para volverme a acostar. 

Un sueño recurrente y delirante qué soñé y soñé durante las tres últimas horas  que me fastidia y me enloquece. Soñé que le había dado tres millones de pesos a alguien, para que soplara un inodoro, algo absurdo y carente de toda lógica: quien carajos le pagaría a alguien por solo soplar un inodoro?  Son pensamientos absurdos qué solo saldrían de una mente embriagada y que delira de un malestar insoportable producto de un hígado maltratado por el alcohol. 

Sigo pensando en que le di tres millones de pesos a un sujeto por soplar un inodoro, y veía la cara del chino  un amigo del colegio al final riéndose. De pronto me llega a la mente que si mi esposa entrará al cuarto y me viera así, me daría un sancocho de lengua otrora una cantaleta, que mi cabeza no soportaría sin estallar. Sería incapaz de contarle que estuve soñando durante 3 horas que le pagaba a un sujeto tres millones por solamente soplar un inodoro, - de seguro me mataría.- y en efecto entro mi esposa al cuarto y me recrimino que me había pegado una cagada con la puerta abierta cuando llegue en la madrugada que le tocó salirse del cuarto, además de que también estaba cagado pero de la risa. Con toda razón mi esposa estaba enojada, pero por fin descubrí una parte del sueño: EL inodoro y la risa. Ahora me faltaba los tres millones y el Chino viejo. 

El cuarto seguía dándome vueltas, y comencé a sudar, pero aun no me podía acostar, tampoco me podía parar. Ya comenzó el dolor de cabeza y volvía a pensar, porque me reía tanto en el sueño, por haberle dado tres millones de pesos a un sujeto por soplar un inodoro. 

Suena el celular, y hago un esfuerzo sobre humano para alcanzarlo y el identificador de llamadas muestra al que esta llamando: Chino Viejo. Maldita sea de todas las personas de este mundo... Quien se acuerda de mi en este momento. 

Contesto solo por la curiosidad de saber que tenía que ver el Chino, con ese extraño sueño. 

Chino viejo: Oiga viejo toño, aquí le tengo 3 millones de pesos que me entrego ayer,  ya no me acuerdo por que me los dio, pero era por una vaina absurda. Y menos mal que me los entregó a mi, una persona honesta, por que con la pea qué tenía usted ayer, cualquier otro se hubiese quedado con esa plata.

Qué duro enterarme que no se trataba de un sueño, sino de un realidad. 


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