SI JOHN BULA FUERA ABOGADO.
9 PM EN LA CASA BULA CARREÑO, SE TIENE UNA DISCUSIÓN DE
VIDA O MUERTE.
John Bula: Joda Luu, Ay
Luu
Luz Elena: Ajá John Bula…
Ahora qué tienes.
John Bula: Me siento como
inflamado la verdad, yo no me había sentido así antes.
Luz Elena: Joda John, si
eso no es de ahora, es de toda la vida.
John Bula: Luu, es que
siento un concierto para delinquir en mi estómago, siento que se reunieron José
Escopeta, Alfonsito Cañón y el peor de todos… el Bombardero Iván René
Valenciano.
Luz Elena: Mira John
Bula, ni se te ocurra, porque te vas a dormir al sofá, yo que culpa tengo de
que te hayas comido dos mangos, tres gelatinas, una sopa de mondogo y cuatro
guineos antes de acostarte… me haces el favor… Echeeee
DE COMO JOHN BULA SALVÓ A PEDRO ALONSO DE UNA MULTA.
Eran
las 4:30 de la tarde, en la camioneta conducida por Pedro Alonso, iba de
regreso de una reunión familiar, e iban tarde pues el toque de queda en Puerto
Colombia iniciaba a las 4:00 p.m., y preciso, un policía detuvo el carro, en el
que iban:
Pedro
Alonso
Cristina
Pedro
Agustín.
Antonio.
El
papá de Cristina
La
mamá de Cristina
El
hermano de Cristina
Bruno
el Perro.
Los
policías como siempre, bien dispuestos a dar raqueta, detuvieron el carro y
pidieron todos los documentos de los tripulantes.
Pedro
Alonso, ve la cosa complicada y llama a su cuñado Jhon Bula, prominente
abogado:
Pedro
Alonso: Jhon… tengo un problema, te necesito.
John
Bula: Pedro… a mí no me vengas con maricadas ahora que no estoy de genio.
Pedro
Alonso: No no no no, John escúchame, tengo un policía enfrente, necesito que
%&%&/((
John
Bula: Qué qué?
Pedro
Alonso: Que (/())(///&&&%&%
John
Bula: Nojoda, No te entiendo nada, pero ya voy para allá, mándame la dirección
por WhatsApp.
Luz
Elena: Qué Pasó?
John
Bula: Aquí está tu hermano, que necesita que lo ayude, pero ya tiene la lengua
enredada, no le entendí nada. Dile que me envíe la dirección para ir. Ah y dile
que no hable con los policías.
Luz
Elena: Ajá y si habla qué le van a entender…
Llega
John Bula a la escena, y habla con Pedro, y después se dirige a los policías.
John
Bula: Buenas tardes señor agente, cómo está? Yo soy el abogado del Dr. Pedro
Alonso Carreño, mucho gusto, dígame ¿cuál es el problema?
Agente:
Pues resulta que el señor está circulando en las calles y estamos en toque de
queda.
John
Bula: Pero señor agente, esto es un gran mal entendido. El señor Pedro Alonso
es médico y está dirigiendo una misión humanitaria.
Agente:
Pero abogado, el señor Pedro Alonso no me dijo nada de eso, es más no le pude
entender.
John
Bula: Se da cuenta señor agente, aquí no hay sino un mal entendido.
Agente:
Aquí lo que veo es una gran familia que salió en grupo y no respetaron el
horario del toque de queda.
John
Bula: No señor agente, ya le explico:
El
Dr. Pedro Alonso estaba en ejercicio de una misión humanitaria, el prestó su
vehículo a la clínica del Caribe, para trasladar a una paciente de urgencias.
Su vehículo en estos momentos está sirviendo como una ambulancia de
emergencias, si quiere vamos y revisamos el baúl, va a encontrar botiquín,
trajes para el covid, equipo médico… mírelo con sus propios ojos agente…
El
agente revisó el baúl, y encontró muchos equipos médicos.
Usted
ve a la señora mayor (señala a la madre de Cristina), esa señora está enferma,
y la llevaban a la clínica. Mírela bien, ella está como asustada, como
temerosa, y mire la cara de dolor. Si ella requiere que la lleven a un
hospital.
Ve
al señor mayor (señala al padre de Cristina) ese es el chofer. Mientras que el
Dr. Pedro Alonso y la Dra Cristina atienden a la señora ese señor va
conduciendo.
Agente:
Pues sí puede ser.
Ve
a la Dra Cristina, bueno, el señor Pedro Alonso es cardiólogo, y la Dra
Cristina es internista, ambos estaban tratando al tiempo a la paciente, que
está muy delicada, y usted los está reteniendo.
Agente:
Pero y el otro joven (el hermano de Cristina) es odontólogo, qué tenía que ver
en todo esto?
John
Bula: Estamos en crisis, el odontólogo estaba sin trabajo, ahora está haciendo
de paramédico, usted comprenderá este tema de la pandemia, ha cerrado todos los
consultorios odontológicos, ese muchacho tiene que ganarse la vida con algo.
Angente:
Pues sí tiene razón. Y bueno, esos otros dos (señala a Antonio y a Pedro
Agustín).
John
Bula: Esos dos muchachos son los camilleros. Ahí están prestándole apoyo al dr.
Pedro Carreño, por si acaso la paciente se le desmaya, ahí están para
trasladarla en una camilla.
Agente:
Pero abogado, aquí tengo las cédulas de los jóvenes, y tienen el mismo apellido
Carreño, y ambos tienen los mismos apellidos.
John
Bula: Son meras coincidencias señor agente, los apellidos pueden coincidir,
pero eso no significa que sean familia. Usted ve algún parecido entre el Dr.
Pedro Carreño y alguno de los camilleros?
Agente:
No, la verdad los veo y no se parecen.
John
Bula: Usted ve algún parecido entre los dos camilleros? Mire, uno es alto, el
otro bajito, mire las caras, son totalmente diferentes. Uno los ve y no pueden
ser hermanos. Además señor agente, si usted quiere comprobar el parentesco
entre varias personas tiene que hacerlo con los registros civiles, y no los
tiene, así que todo esto no es más sino un mal entendido, como le dije desde el
principio.
Agente:
Pues sí, la verdad si parece una coincidencia porque no se parecen. Pero
ahorita vi que la doctora, le dijo al Dr. Pedro Alonso mi amor.
John
Bula: No señor agente, cómo se le ocurre. Son dos colegas que han trabajado
juntos durante años, hay confianza, hay amistad, hay cariño. El Dr. Pedro
Alonso podría ser el padre de Cristina, eso es imposible.
Agente:
Y el perro?
John
Bula: Es un perro rescatista, especialista en rescate mar y tierra,
perfectamente entrenado.
Agente:
Bueno… será dejarlos ir… dígales que me disculpen.
John
Bula: Listo… nos podemos ir. Todo fue un mal entendido.
EL BETÚN, CULPABLE O INOCENTE.
Domingo
6:30 p.m.
John
Bula: Betún buenas tardes, cómo estás?
Betún:
Buenas tardes señor John.
John
Bula: Betún, mañana necesito que llegues a primera hora a los Juzgados que
tengo una diligencia muy importante.
Betún:
Y primera hora es qué horas señor John?
John
Bula: A la misma hora de siempre, a las 4:30 a.m.
Betún:
Joda señor John, son casi tres horas y media antes de que abran los juzgados, a
esa hora no ha llegado ni el portero. Es más, el hombre hasta me regaña porque
piensa que le voy a quitar el trabajo. A esa hora, no se consigue ni un tinto.
Hasta los atracadores están durmiendo a esa hora.
Jhon
Bula: Betún, el que madruga Dios le ayuda, y nosotros tentemos que ser los
primeros.
Llega
Betún a la oficina a las 11 de la mañana todo emputado, y llega Enilse y le
pregunta, ¿qué le pasó?
Betún:
Joda qué pena con el señor John, hoy me han pasado unas cosas increíbles.
Resulta
que hoy había un caso importante, y el señor John me dijo que hiciera la cola
desde las 4:30 de la mañana, pues bueno, yo me presente como a las 4:50, pero
igual, no había nadie. Como a las 7:30, llega el señor John, y me encuentra
dormido en la puerta. Pero bueno, eso no es lo malo ni siquiera.
Me
dice, Betún, esta audiencia no la podemos celebrar, el cliente me ha pedido que
la aplace. Se veía como estresado. Luego se tomó un juguito como de níspero, y
lo pidió con leche entera. Esto como que lo animó, porque me dijo que ya tenía
la solución, que tenía un plan infalible.
Nos
fuimos para el juzgado, teníamos que subir por el ascensor hasta el 9 piso de
los juzgados, y cuando cogimos el ascensor, alguien se ha tirado un pedo
Enilse, que ni para qué te cuento. El señor John mantuvo calma, como si nada
pasara. Otras personas comenzaron a resoplar, a taparse la nariz, y mi jefe
tranquilo. A mí me dio un ataque de risa, que la gente me miraba como si
hubiese sido yo. Me miraban con desprecio, todos me odiaban, íbamos por el 5
piso, y todo el mundo se bajó. El jefe seguía como si nada, yo también pienso
que él me echaría las culpas, porque yo no paraba de reírme, mientras que la
gente que se bajaba me decía cochino. Yo no podía parar de reírme, qué vergüenza
con el señor John.
Cuando
llegamos al piso 9, yo estaba llorando de la risa, pero con una vergüenza con
el señor John, que estaba callado y no me dijo nada.
Llegamos
a la sala de audiencia, y estaba el abogado de la contraparte, su cliente, y
como tres personas más que parecían ser los testigos. Nosotros entramos y nos
sentamos al lado de ellos. Entró el juez y el secretario, y luego entraron dos
personas más. De pronto se sintió un aire como caliente, y otro pedo hediondo.
Enilse, tu no lo alcanzarías a imaginar. Y me ataca otra vez la risa, que se me
escapa por la nariz. Esa risa nerviosa que uno no puede controlar. Yo me tapaba
la boca, e igual se me escapaba la risa, yo que soy negro, me puse morado. Y de
pronto, comenzaron los de la contraparte: Foooo, Nojoda. Ahí fue cuando más
risa me dio.
El
señor juez, se dirigió a mí, y me echó de la audiencia. Me dijo el señor John
que el juez, al principio como sufría de rinitis, tenía la nariz tapada, y
quería iniciar la audiencia, muy a pesar de que los abogados de la contraparte
y su sequito le suplicaba que suspendiera la audiencia. Pero luego el juez dijo
que negro para tener fuerza en el jopo, que de lo fuerte del pedo, se le había
destapado la nariz, y que se le había tapado un oído, y que ordenó abrir todas
la ventanas.
Joda
Enilse, qué pena con el señor John… ese hombre mantuvo la calma, y no me dijo
nada, qué decencia, ese hombre es todo un caballero.
Yo
lo esperé afuera, y cuando cogimos el ascensor los abogados de la contraparte,
la contraparte y los testigos, no quisieron entrar conmigo en el ascensor, y
dijeron que esperaban. Seguimos bajando, y habían personas con las que habíamos
subido y querían entrar en el ascensor, pero cuando me vieron, se paraban en
seco, y lo dejaban pasar. Es más uno entró, y cuando me vio, se bajó en el
siguiente piso, como si hubiese visto un fantasma
Y
cuando salí de los juzgados, alguien de lejos me gritó viejo pedorro. Y ahí
estaba el señor John como si nada, me dijo: “Joda Betún, todo salió a la
perfección, gracias por tu ayuda”. Nojoda qué vergüenza con el jefe. En todo
caso, el señor John me dijo que sabía que yo era inocente, y que fue un tal
Alfonsito Cañón y un tal Iván René Valenciano, a los que él muy bien conocía,
los culpables de todo ese lío.
Enilse:
Y bueno, ¿dónde está el jefe ahora?
Betún:
Me dijo que se le había presentado una emergencia familiar y que iba para su
casa, que luego pasaba por la oficina. Ah y me dijo que te entregara esta nota
para que se la escribieras a los clientes:
“Estimado Horacio, la audiencia fue aplazada según lo
solicitado. Un grave problema de ventilación en el juzgado, propiciadas por una
fuerza sobrenatural, impidieron que se celebrara la audiencia, muy a pesar de
todos los esfuerzos humanos empeñados en realizarla. Con cariño John Bula”
Llegó
John Bula a su casa…
Luz
Elena: John mijo y tu ¿qué haces aquí?
Jhon
Bula: Abran paso, que voy de prisa…
Luz
Elena: Herminia, pilas, alerta roja… que John Bula se viene cagando…
EL HOMICIDIO PERRUNO
Jessica: Lo mataron, no
hubo nada que hacer.
Sr. Manuel: Yo llegué y
ya estaba muerto.
Jessica:
Johanna estamos llamando a Jorge y no contesta. Es una urgencia. Mis suegros lo
necesitan…
John
Bula: Jorge, me llamó Manuel Calderón que tiene un caso de un homicidio, para
ver si lo puedes atender… (Buzón de voz)
Sr.
Manuel: Jorge cómo está? Lo mataron, esto es un caso penal… vengase ya.
Jorge:
Dígame señor Manuel, en donde están?
Sr.
Manuel: Estamos en la clínica veterinaria country, véngase inmediatamente. Yo
estoy vestido de naranja fluorescente, como siempre, así me podrá ubicar.
Jorge:
Listo señor Manuel, ya salgo para allá.
Llego
al lugar de los hechos. En efecto me recibe el señor Manuel con su indumentaria
naranja.
Sr
Manuel: Jorge, lo mataron. No tuvo oportunidad, murió al instante.
Jorge:
Y llamaron a la policía? ya hicieron el levantamiento medicina legal?
Sr.
Manuel: La policía vio todo, es más nos van a servir de testigos.
Jorge:
Y, ya identificaron a la víctima?
Sr.
Manuel: Si, era Rayito.
Jorge:
Rayito, … era su alias?
Sr.
Manuel: No, era su nombre.
Jorge:
Pero entonces era mujer?
Sr.
Manuel: No, era macho, era un perro.
Jorge:
Era mala gente entonces.
Sr.
Manuel: No, rayito era muy noble, hacía todo lo que se le pedía, recibía los
domicilios, daba los vueltos, atendía a las visitas… nooo era esplendido. Mi mujer lo adoraba.
Jorge:
Entonces usted sentía celos de él, por eso se refiere a el como un perro.
Sr.
Manuel: No, yo no sentía celos de él, yo compartía su amor con mi esposa,
desarrollamos una relación muy bonita. La verdad es que era para mí casi un
hijo.
Jorge:
Bueno… (cada quién con sus gustos pensé).
Sr.
Manuel: Es más Jorge, cuando estuve solo en diciembre, Rayito fue mi compañía,
yo hablaba con él, salíamos a pasear juntos y a veces dormíamos en el mismo
cuarto.
Jorge:
Ah caray¡ era como un compañero sentimental.
Sr.
Manuel: Pero por supuesto, me ayudó entre tanta soledad. Y era la sensación
entre las vecinas… Ay si rayito hubiese hablado, muchas cosas serían
diferentes… pero bueno ya no puede.
En
ese momento está la señora Aida asistida de su psicóloga, llorando, con Jessica
a su lado. Jorge, lo mataron… lo mataron…
Jorge:
Siento mucho su perdida, vamos a ver qué podemos hacer…
Aida:
gracias Jorge.
Jorge:
Pero señor Manuel, cómo lo puedo defender, si esto parece un crimen pasional:
Alías Rayito tenía una relación con su esposa, usted lo consideraba como un
hijo, pero lo trata de perro, pero al mismo tiempo es su confidente.
Sr.
Manuel: Pero Jorge, usted de qué está hablando? Si rayito es un perro.
Jorge:
Pues claro que es un perro, si lo engaña a usted con su mujer… pues…
Sr.
Manuel: No Jorge, Rayito es el perro de mi mujer
Jorge:
Bueno, es que también la engañaba a ella, con usted, según lo que entiendo.
Sr.
Manuel: Pero de qué está hablando Jorge, si Rayito es un perro, un animal, por
eso estamos aquí en la veterinaria.
Jorge:
Y entonces porque me llamaron a mí, si yo soy abogado penalista, y me dijeron
que había un homicidio.
Sr.
Manuel: Si claro, es que mataron a Rayito, otro perro lo mordió, y lo zarandeó
y murió inmediatamente. Mire a mi esposa, ha quedado muy mal, hemos tenido que
llamar a la psicóloga, a la policía, a los bomberos, y Jessica dijo que lo
llamáramos a usted.
Jorge:
Bueno, no se qué estaría pensando Jessica, pero esto no es un homicidio.
Sr.
Manuel: Bueno, la verdad lo que queremos es que la señora nos responda por el
perro, ya dijo que iba a pagar la cremación de rayito, y que luego de eso que
pongan las cenizas en una maceta con una planta. Y además ahora tiene que
responder comprando otro perro, porque eso no se puede quedar así. Y no puede
ser cualquier perro, porque Rayito tenía perigri.
Jorge:
Ah bueno, ya esa es otra cosa, señor Manuel, la verdad ya me estaba preocupando
el caso, pero sí voy a hablar con la dueña del perro a ver a qué acuerdo
podemos llegar. La verdad, no soy abogado para estos temas, pero por ser
familia lo voy a ayudar.
Jorge:
Bueno señor Manuel, ya estuvimos visitando varias tiendas de mascotas,
estuvimos cotizando los perros Yorkis, y están en un valor aproximado entre
$2800000 y 25000000, pero dice la señora que les puede ofrecer un Schnauzer
cachorrito que se lo acaban de regalar.
Sr.
Manuel: No un Schnauzer, nooooo. Esa raza no le gusta a mi señora, además que
tenemos varios familiares y amigos que tienen Schnauzer, y no la verdad es que
es un perro muy complicado, precisamente conocemos una Snawzer que es de la
suegra de mi hijo, y ha sido una mala experiencia, mi señora con una perra así,
se vuelve loca. Nooo, nosotros queremos un Yorki, no cualquiera, y que tenga pedigri,
y que quede claro que no aceptamos ningún Schnauzer.
Por
otro lado,…
Jessica
se dirigía a su vehículo, para irse a su casa cuando, fue abordada por el dueño
de la tienda de mascota que se encontraba justo enfrente de donde ella había
parqueado…
Señor: ¿Señora qué le pasa? ¿por qué se
parquea en ese parqueadero?
Jessica:
Esto es un parqueadero público señor…
Señor:
Ningún parqueadero público, usted es que es bruta, yo pago impuestos por él…
Jessica:
Por qué no vienes y me lo dices acá cobarde… vienes a gritarle a una mujer…
Señor:
¿Qué va, usted no sabe lo que sufrimos los empresarios?
Jessica:
Váyase a la mierda viejo maricón… yo
también tengo empresa (arrancó el carro y se fue)
…..
Johanna
llama a Jessica por celular…
Johanna:
Jessica, que fue lo que pasó y que armaste un escandalo en la veterinaria…
Jessica:
Un hijodeputamalparido que me salió con groserías y qué por qué me había
parqueado enfrente de su empresa…
Johanna:
Jessica qué vergüenza, ya van a decir que yo no soy la única que arma escándalos
en la vía pública… qué van a decir de la hija modelo de Luz Elena.
Jessica:
Viejo malparido ese… me salió con groserías… disque él era un empresario que
pagaba impuesto por el parqueadero, yo le dije que se fuera a la mierda que yo
también tenía empresa.
Johanna:
Y cómo te sentiste en tu primera pelea en público…
Jessica:
Más bacano, yo creo que debería hacer esto más seguido, es hasta terapéutico.
CHARLAS DEL SEÑOR MANUEL CON
MANOLITO.
Manolito:
Abuelo, mi papá se baña todos los días en el camellón del río.
Sr.
Manuel: Uy mijito, eso no puede ser eso es una cochinada.
Manolito:
Si abuelo, mi papá se baña todos los días en el camellón del río.
Sr.
Manuel: Manolo mijo, mira lo que está diciendo Manolito que tu te bañas todos
los días en el camellón del río. No seas cochino Manolo.
Manolo:
No papá cómo se te ocurre, estarás entendiendo mal, como siempre.
Sr.
Manuel: Nooo, como se te ocurre, ya vas a ver. Manolito qué fue lo que tu me
dijiste ahorita.
Manolito:
Que mi papá se baña todos los días en el camellón del río.
Sr.
Manuel: Viste Manolo: “Mi papá se baña todos los días en el camellón del río”
Manolo:
No papá, el dijo: “Mi papá habla todos los días con John Alejandro mi tío.”
Sr.
Manuel: Ah caramba, definitivamente yo no le entiendo a este muchacho.
UNA REUNIÓN MUY IMPORTANTE.
John
Bula: John Alejandro tenemos hoy una fiesta de disfraces temático que está
organizando la logia.
John
Alejandro: Nojoda, esas reuniones son culo de hueso… Y hay que ir disfrazados?
John
Bula: Sí tienes que preguntar de qué nos tocó, porque tenemos que ir, el señor
Manuel, Manolo y tú, con el mismo atuendo, no podemos desentonar.
John
Alejandro: Jajajajjaja ay papi, la verdad yo no voy a ir, culo de yarda la que
nos tocó y yo no voy pa esa.
John
Bula: Y por qué? De qué nos toco?
John
Alejandro: Nojoda culo de difraz hijueputa, yo no se cómo vas a hacer tu y
Manolo para una vaina de esa.
John
Bula: Ajá John qué tan malo puede ser?
John
Alejandro: Malo, reemalo, les tocó de torero.
John
Bula: jueeputaaaa, a quién se le ocurre un disfraz de torero, nojoda, esto es una
afrenta, a quién le gustaría verme a mí en un disfraz de torero, o a Manuel.
John
Alejandro: No tanto eso, yo no me imagino a Manolo en un disfraz de torero,
para eso hay que ser flaco, ni yo quepo en una vaina de esa.
John
Bula: No qué hijuepueputa, yo no voy a pasar ese ridículo en la logia, yo con
este barrigón no quepo en un disfraz de torero. Y en ese evento me toca hacer
un discurso, y todo el mundo lo mira uno. Pero con un disfraz de torero no
entro ni al auditorio. Voy a llamar a Manolo.
John
Bula: Manolo, ya supiste lo del disfraz de torero?
Manolo:
Si, mucho hp… yo no voy pa esa… Ya he ido a tres sitios, y me he medido como
dos trajes, y toda esa licra me queda como vulgar.
John
Bula: No, esto es inaudito, o me cambian esa vaina o hablo con el venerable,
esto es una censura.
John
Alejandro: es una burla, quién va a dar un discurso en disfraz de torero, me rehúso.
Manolo:
John Alejandro, escuchaste mal, no es que tengamos que ir con un atuendo de
torero, es que tenemos que ir con el atuendo de obreros a la logia. Y yo de
marica por toda Barranquilla midiéndome disfraces de torero.
Timbra
en la puerta de los Bula Carreño.
Era
el señor Manuel disfrazado con un elegante traje de torero dorado con
anaranjado fluorescente.
John
Bula: Joda Manuel, y ese anaranjado.
Sr.
Manuel: Usted sabe hermano John, que yo siempre estoy en servicio, y ando en
alerta naranja.
CUANDO JOHN BULA DEFENDIO A LUCHO “EL
BAJA PANTI.”
Luis
Fernando Porras, un médico reconocido en la ciudad de Barranquilla, más
conocido como “Lucho el baja panti”, ha sido acusado por su secretaria de acoso
sexual.
Según
la versión de la víctima, Lucho que estaba casado, en varias ocasiones la
invitó a almorzar, y a tomar un café, luego de salir del trabajo. La Víctima,
de nombre Angela López, dijo que el Dr. Porras la molestaba mucho con humor de
doble sentido, y que a veces la incomodaba. Angela trabajaba con el Dr. Porras
desde hace un año y medio, y dijo que en los últimos tres meses de su trabajo,
había sido acosada por Lucho, quién incluso llegó a insinuar que iba a dejar a
su esposa, si ella se iba a vivir con él.
Lucho
el baja panti, ya había ido a la oficina de varios abogados, pero ninguno quiso
coger su caso, pues con el apodo de “Lucho el baja pati”, era muy difícil armar
una defensa por acoso sexual.
Lucho
llega a la oficina del prestigioso abogado John Bula Fritz, quién estaba en una
reunión previa:
John
Bula: Luuuu ¿Cómo así que John Alejandro se quiere casar dos veces? Eso no se
puede ante el derecho… ¿Y Jessica no se
quiere casar? ¿O es lo mismo en sentido contrario? ¿No? ya yo ni se Luuuu…. Yo
a esos dos los veo como enredados…
Enilse:
Jefe, ya llego el doctor Luis Porras.
John
Bula: Ah sí, dile que siga, por favor, que ya lo atiendo. Luuu, te llamo luego
que voy a atender un cliente.
John
Bula: Dr. Porras ¿cómo está? Siéntese por favor.
Dr.Porras:
Buenos días, Dr. Bula.
John
Bula: Ya estuve viendo su carpeta, y veo el caso complicado…
Dr.Porras:
Es que Dr. Ya me he reunido con varios abogados, y no quieren atenderme el
caso, usted es mi última esperanza.
Jhon
Bula: Es que Dr. Porras, es que estamos en un caso muy serio de acoso sexual, y
usted con ese apodo… mire aquí está en la carpeta… “Alias Lucho el baja panti”,
y la víctima también lo afirmó en su declaración.
Dr.Porras:
Pero Dr. Bula, es que a mi me llaman así desde chiquito, los pelaos del barrio…
John
Bula: Peor… si desde la niñez vienes con esas malas mañas.
Dr.
Porras: No, Dr. Bula, déjeme explicarle. Es que de chiquito, yo me iba a
trabajar con mi mamá que tenía una tienda de ropa muy elegante. Y un día, fue
la mamá de un amigo del colegio, y él la estaba acompañando. Vea y esa señora
comenzó a medirse como 10 vestidos, y cuando escogió uno, resulta que el
vestido era como transparente, y
entonces, comenzó esa señora y mi mamá a buscar qué pantaleta pegaba con ese
vestido. Y resulta que las pantaletas en el almacén estaban guardadas en el
segundo piso, y mi mamá ya había subido una vez, y como me tenía a mí
ayudándola, comenzó, lucho baja el panti rojo, lucho baja el panti blanco,
lucho baja el panti con encaje, lucho baja el panti azul, y el amigo que estaba
ahí, llegó al colegio con el cuento, y comenzaron a decirme lucho el baja
panti.
John
Bula: Bueno, ese es un buen dato, hay que llamar a declarar a ese amigo… pero
ese apodo de la niñez, ¿ha durado tanto tiempo?
Dr.
Porras: Es que Dr. Bula, hoy en día soy ginecólogo… y mis amigos me siguen
jodiendo con ese apodo. Y fuera de eso, luego llegó el chiste del Torombolo,
del Dr. Porras, y también me la montaron con eso.
John
Bula: No, qué vaina tesa… usted lo que ha sido víctima del bulllying desde su
niñez. Pero no se preocupe… vamos a coger el caso, solo que antes, necesito que
vaya a donde la Dra. Johanna Bula, mi hija, que es experta en estos casos, con
ella nos podemos preparar mejor.
En
efecto, el Dr. Porras fue a la oficina de Johanna, y luego de 15 minutos, suena
el celular de John Bula.
Johanna:
¿Se puede saber quién me mando ese médico acosador y depravado a mi oficina?
¿Cuál es la necesidad?
John
Bula solo soltó la risa.
CONVERSASIONES ENTRE JOHANNA Y
CAROLINA.
Previo
a una sesión de fotos familiares, madre e hija se estaban maquillando.
Carolina:
Mami, es que tu no me prestas atención.
Johanna:
Carolina, Yo si te presto atención… Mira aquí tienes para que te maquilles,
échate un poquito de polvo. ¿Y te vas a echar la pestañina?
Carolina:
No, mami…
Pasa un minuto con una distracción…
Carolina:
¿Y cómo me lo hecho?
Johanna:
Caro, échatela desde la raíz…
Carolina:
Mami ¿Cuál raíz?
Johanna:
Desde la raíz hasta la punta.
Carolina:
¿Mami cual raíz y cual punta?
Johanna:
Caro, la pestañina se echa desde la raíz de la pestaña hasta la punta…
Carolina:
Mami, pero si yo lo que me voy a echar es polvo… ¿Cómo me lo voy a echar en el
ojo?
Johanna:
Ah, yo pensé que te estabas echando la pestañina.
Carolina:
Viste, es que tu no me paras bolas.
CONVERSACIONES ENTRE EL SR. MANUEL Y
MANOLITO Y SUS CONSECUENCIAS.
Manolito:
Abuelo, cágame.
Sr.
Manuel: No mi hijito, ¿cómo se te ocurre que voy a hacer eso?
Manolito:
Abuelo, caaagaamee
Sr.
Manuel: No mi hijito, ¿como te voy a cagar? Si cuando yo voy al baño, Aida Rosa
se sale del apartamento…
Manolo:
¿Qué pasó Mañetin?
Sr.
Manuel: Que Manolito me dice que quiere que lo cague, y yo le digo, que no, que
ni tu mamá me aguanta, ahora él sí que menos.
Manolito:
Abuelo, caaagaameee.
Sr.
Manuel: Se da cuenta Manolo…
Manolo:
No papá… Manolito te esta diciendo que lo cargues…
Sr.
Manuel: Ah caramba, claro que sí mi hijito, yo te cargo. Uy pero como pesa este
muchacho…
Tres
días después…
Jessica:
Manolo, Manolito necesita ir urgente al baño.
Manolo:
Vamos a donde mis papás que queda más cerca.
Llegan
a la casa del señor Manuel, Manolito le abren la puerta y va corriendo.
Manolito:
Abuelo, vamos cárgame…
Sr.
Manuel: Claro que sí mi hijito hoy si te cargo… (lo cargó y lo apretó con un
abrazo)
Manolo:
Papá, ¿Qué estás haciendo si Manolito necesitaba ir urgente al baño?
Sr.
Manuel: Pero Manolo si el niño me dijo: Abuelo, vamos cárgame.
Manolo:
No, Mañetín… Manolito te dijo: Abuelo, voy cagandome¡
Sr.
Manuel: Oh por Dios¡ Ahora sí entendí… pobre muchacho.
Jessica:
¿Qué pasó? ¿Alcanzó Manolito a llegar al baño?
Manolo:
Nojoda Mañetín, estás jodido, tras que el pelao venía corriendo para el baño, tu
lo cargas y lo aprietas.
Aida:
Uyyy por Dios ¿a qué huele?
Sr.
Manuel: Manolito, pero que manera… eso no va acorde con una persona de tu
tamaño… Aida Rosa, urgente ayúdame ¿Dónde está Aida Rosa?
Jessica:
Ya se fugó…
Sr.
Manuel: Pero esto es peor que un siniestro naval, hay que llamar al ajustador,
al charteador, a los bomberos… Manolo hay que comprarle un seguro a Manolito,
esto produce daños y perjuicios…, mire cómo quedaron mis tenis, estos tenis
tienen un color exclusivo, este Naranjado no lo tiene nadie… y no me los voy a
volver a poner, por lo que veo…
Manolo:
Papá si tu fuiste el que ocasionó este accidente, cómo se te ocurre cargar a
Manolito y apretarlo así… cuando el pobrecito venía para el baño… estalló como
un guineo maduro…
EL LLAMADO JUICIO: “TODOS QUIEREN CON
MI CHIQUITO”
Suena
el celular del señor Pedro con la siguiente canción.
https://www.youtube.com/watch?v=pBn5g314d5g
Don
Pedro: ¿Dana cuando me le vas a quitar es sonido maricón al celular? Ese tuvo
que ser John Bula, que me puso esa cancioncita maricona.
….
Johnny:
Hola viejo ¿cómo está?
Don
Pedro: Bien mi hijo, ahí mejorando.
Johnny:
Viejo, ¿cuál fue ese mierdero con John Bula? que me llamó Pedro Alonso a
contarme, pero como cosa rara solo le entendí la mitad de lo que me dijo.
Don
Pedro: ¿Cuál de todos mijo?
Johnny:
El del juicio…
Don
Pedro: A sí,… Magínese mijo, que el día del padre, yo estaba recién salido de
la clínica, y en la reunión que hicimos en la casa, yo les decía a todos. Que
qué alivio haber salido de la clínica, que no hay como estar uno en su casa,
que eso era una cosa que no se la deseaba a nadie, y de pronto dije: “Allá en
la clínica, me clavaban tres veces al día, todos los días”
(comentario
al margen de John Alejandro; “mmm Abuelo, eso sonó raro, ¿Cómo perdió el año de
esa manera?”)
Pa’
que fue eso mijo… a la semana me llamó Jorge Carreño y Pedro Alonso, que yo
¿porqué había denunciado a los médicos, por violación? Y yo extrañado… yo no he
hecho eso… que eso era mentira... Y Pedro Alonso, me dijo, papá, aquí hay una
denuncia por violación, que a ti te habían violado en el hospital… Y yo le dije
que eso no era así y le colgué…
A
la semana llegaron a la casa, unos médicos de medicina legal, disque a
examinarme a ver cómo había sido la violación… y yo les dije que estaban locos…
y que se fueran…
A
los tres días fui yo al negocio, y la gente no me preguntaba “¿Don Pedro cómo
se siente?” sino “¿Don Pedro, cómo se sienta todavía?” No qué hijueputa piedra
cogí con esa vaina.
Pero
eso no es nada mijo, por ahí me pasaron un panfleto, que decía: “Todos quieren
con mi chiquito” y salía mi foto... Ahí si ya me enojé y decidí averiguar bien
que era lo que estaba pasando y llamé a Pedro Alonso para que me explicara.
Pedro Alonso, me dijo, que había una denuncia penal firmada por John Bula, que
decía que a mí me habían violado en la clínica del caribe tres veces por día. Y
yo dije, yo no he puesto ninguna denuncia, ni le he dado poder a John Bula para
eso, además que eso se debe a un mal entendido… Luego me explicaron que en caso
de una violación, no era necesario otorgar poder para denunciar.
Bueno,
decidí irme a Caldemar para que me asesoraran y me recibió el viejo Manuel
Calderon, a quién le conté la situación, al principio no me entendió el tema:
Don Pedro: Es que el día del padre, yo dije que en la
clínica del caribe me clavaban tres veces al día, todos los días…
Don Manuel: Uy qué barbaridad…, pobre hombre… en todo
caso… yo me voy a mandar a revisar… porque yo también estuve hospitalizado en
esa misma clínica… y no vaya a ser….
Don Pedro: No hombre… cómo se le ocurre… Yo lo que quería
decir, es que me inyectaban tres veces al día, pero John Bula se aprovechó del
doble sentido de mi frase, y presentó una denuncia penal en contra de los
médicos de la clínica… y además me ha mandado estos panfletos, mírelo “Que
todos quieren con mi chiquito”.
Don Manuel: Aaaaah, y hasta bonito que quedaron, parece
título de película porno… Pero bueno, ahora sí, no se preocupe, que aquí
también vamos a actuar y vamos a presentar una denuncia por injuria…
Y
en efecto mijo, Caldemar, presentó la denuncia por injuria, por imputaciones
deshonrosas… Entonces me llamaron a la audiencia y me vi frente a frente con
John Bula… Pero mijo… me fue mal… terrible
Johnny:
Y por qué viejo ¿qué te pasó?
Don
Pedro: A mí me dieron la palabra… y yo expliqué todo lo que te acabo de decir…
Pero luego le dieron la palabra a John Bula, y mejor dicho… Qué desastre…
Resulta que John Bula, solicitó interrogarme, y la primera pregunta fue:
John Bula: Diga si es cierto, que usted en una reunión familiar
el día del padre dijo que en la Clínica lo clavaban tres veces por día.
Johnny:
Y tu ¿qué contestaste viejo?
Don
Pedro: Pero qué más iba a contestar si estaba bajo la gravedad de juramento…
Pues que sí, que sí lo había dicho.
Después, llegó y me preguntó:
John Bula: Como nos dijo anteriormente, que lo clavaban
tres veces al día… ¿nos puede decir si era la misma persona o eran varias?
Don
Pedro: Y yo contesté… Pues claro eran varias, casi siempre no eran los mismos
médicos cada día…
Johnny:
Pero papá… ¿Cómo contestaste eso?
Don
Pedro: Pero mijo, yo que más iba a contestar, yo solo veía a John Bula de
frente y riéndose, mientras que mi abogado el señor Manuel se tapaba la cara…
como de la vergüenza… y luego llega John Bula y me remató con otra pregunta:
John Bula: Don Pedro, y puede decirnos si ¿cada vez que
lo clavaban sentía dolor?
Don
Pedro: Y yo de ingenuo conteste: “Pues en la mayoría de los casos sí, pero en
algunos, habían unos médicos que tenían buena mano…” Luego escuché desde el
público el chiflido del hp de Hari, y además me gritó: “pártete galleta”. Vea
mijo eso sí me dolió, me sentí traicionado….
Johnny:
Pero papá, ¿Cómo vas a contestar eso?
Don
Pedro: Vea mijo a mi no me explicaron nada, y yo contesté lo que me estaban
preguntando… y estaba bajo la gravedad de juramento. Pero eso no fue lo peor,
luego John Bula, salió con un discurso sobre la desfloración anal como
consecuencia de la violación, y de que yo con los medicamentos no estaba en mis
cinco sentidos, y dele con la desfloración anal, y dele con la desfloración
anal, John Bula duró como media hora hablando de esa vaina, y hasta bonito le quedó el
discurso, incluso citó a un tratadista alemán:
“Y como bien lo dijo el gran tratadista alemán Michael Schumacher (que más que tratadista fue un famoso corredor de autos): “El que pega por atrás… paga”
Vea mijo, ese hombre hablaba con tal convencimiento, que yo casi me voy para al baño a revisarme el culo, a ver si tenía una desfloración anal... Pero
mijo, eso no fue lo peor aún, lo peor fue cuando se le dio por solicitar una
prueba, y dijo:
“Y solicito a este magnánimo juez, que ordene como prueba
un examen de medicina legal, en donde se revise si el señor Pedro Carreño tiene o no
desfloración anal, y yo cómo primer interesado y acusado en este proceso,
solicito estar presente en la práctica de esa prueba…”
Johnny:
Nojoda, qué hp, y tú ¿Qué hiciste?
Don
Pedro: Pues mijo, yo qué iba a hacer, no me iba a pelar el culo ante ese poco
de doctores, y mucho menos frente a John Bula, así que hice tres cosas: la
primera, despedí a mi abogado… la segunda, retiré la denuncia, que en palabras
de los abogados, lo que hice fue un
desistimiento para no seguir el proceso… y tercero, le metí una insultada al
John Bula, que hizo que el juez me multara, y me hicieran pagarle los daños y
perjuicios a John Bula por haberlo insultado… pero eso sí valió la pena.
Johnny:
Nojoda…. Viejo y ¿qué le dijiste si se puede saber?
Don
Pedro: Que se fuera a una iglesia y que se automadriara por dos horas seguidas,
a ver si así se le quitaba lo hijodeputa…
EL CANTO DE AGATHA
Agatha:
La
vaca lola, la vaca lola,
Le
gusta el chupeteo cuando se enamora…
La
vaca lola, la vaca lola,
Le
gusta el chupeteo cuando se enamora…
Jessica:
Ve Manolo, ¿qué es lo que está cantando la niña?
Manolo:
Ve… no sé, la estaba oyendo… pero no le había parado bola…
Jessica:
Pero Manolo… si la tienes de frente… ¿cómo es que no le has parado bola?
Manolo:
no en serio mi amor, la estaba escuchando pero no le estaba poniendo atención…
Agatha:
La
vaca lola, la vaca lola,
Le
gusta el chupeteo cuando se enamora…
La
vaca lola, la vaca lola,
Le
gusta el chupeteo cuando se enamora…
Manolo:
Ve, qué curioso ¿quién le habrá enseñado esa versión?
Jessica:
Ay, Manolo… ¿quién más? María Camila, qué fue lo que le enseñaste ahora a la
niña…
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