Hoy 21 de Junio del 2020, plena pandemia del Corona virus, yo en Barranquilla, confinado en mi casa lloro de alegría, es el día del padre y cumple mi mamá, y a pesar de tenerlos lejos y no poderlos ver, y que me hacen mucha falta, los tengo presente en cada cosa que hago.
Cada uno hizo bien su trabajo en mi, no sólo por mis venas corre su sangre, sino que en mi consciencia se encuentra su ejemplo y sus enseñanzas.
A mí madre le debo el don de la palabra, la lucha, la fuerza y la resistencia. Nunca se rindió ni en los peores momentos, cuando al parecer todo estaba perdido, algo siempre hacía, sacaba su ímpetu y todo lo resolvía. Ella me amo desde que nací y lucho por sus hijos de una forma admirable. Amo, respeto y apoyo a su esposo, y siempre estuvo orgullosa de él.
Mi padre, es mi consciencia, la persona que me escucha cuando necesito pensar en voz alta. Cuida a su hogar sobre todas las cosas, es el ingeniero favorito de sus hijos, porque hizo de ellos su mejor obra. Correcto en su actuar y un padre cariñoso, que siempre lo espera con los brazos abiertos. No duerme por estar cuidando de su esposa y sus hijos con un amor admirable.
Mis padres se aman, y duermen agarrados de la mano a pesar de las adversidades. Mi madre lo reconoce a pesar del alzahimer, y mi padre la mira como la reina que siempre fue.
Gracias a la vida por mis padres, y hoy lloro de felicidad por ellos.
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