miércoles, 6 de julio de 2022

CAPITULO XVIII. EL FINAL DE LA HISTORIA.

 

CAPITULO XVIII. EL FINAL DE LA HISTORIA.

 

Luego de tantas aventuras, pues los Calderón se instalaron permanentemente en Santa Marta. José Antonio y Priscila vivieron muy felices y tuvieron dos hijos, primero nació Carolina, y después nació José Ignacio, también con la ayuda del gran Martelo.

Ana y Victoria organizaban festivales de música y poesía, para atraer a más gente, y activar más el comercio. Esas ferias volvían loco a José Joaquín que tenía que lidiar con la seguridad, porque así como venían artistas y músicos, también venían rufianes y ladrones de otras partes.

Ana y Victoria también fundaron la primera escuela para niños y niñas en Santa Marta, donde se les enseñaba a leer y a escribir.

Luego de cinco años, la familia recibió una visita inesperada, la madre de José Antonio decidió mudarse también a Santa Marta, luego de que su esposo muriera.

José Joaquín y María vivieron felices con sus nietos y sus negocios. José Joaquín volvió a salvar a Santa Marta de dos ataques piratas más y fue muy condecorado.

Victoria se casó con Manolo y también tuvieron sus hijos.

El señor Velásquez y su esposa también vivieron felices con sus nietos, y lograron casar a sus otras dos hijas con buenos hombres.

Ana vivió con su madre un tiempo, y luego se casó con un hombre que respetó su espíritu libre.

Hortencio tuvo un hijo con su amiga de infancia, y mantuvo su linaje, pero su hijo se casó con una Aruhaca.

José Antonio quiso organizar una corrida de toros en Santa Marta, y los músicos perdieron las partituras de los pasos dobles españoles. Al improvisar la música, con músicos criollos, les salió un porro, y a la banda la llamaron papayera.

Hasta aquí llega esta historia, pero les puedo contar más, pero en otro libro.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Formas de agredir en un noviasgo