Como dice un canción de Ricardo Montaner:
La mujer de mi vida no es normal
Demasiado sublime, demasiado
¿Qué hice yo para ganarme
El milagro?
¿Cómo puede caberme tanto amor?
Si apenitas la pruebo sabe a cielo
Y su luz puede alumbrar
Con sus ojos, con un beso
El pueblo entero
Le decía mi abuelo a mi abuela, "La que se sube y se baja y no tiene rival", hoy ya entiendo esas palabras.
No hay forma de explicar cuando alguien desborda lo que tu sientes como amor. Puedo decir que aun no conozco el amor, no porque no lo sienta, sino que es tan grande que no conozco sus limites.
Encontrar a alguien como mi esposa no se encuentra a la vuelta de la esquina: es emocional y éticamente correcta. Cuando encuentras a una persona así, le dices que la amas, pero sientes que le quedas debiendo o que queda corto el significado, porque no se corresponde entre lo que sientes y lo quieres expresar.
Debimos encontrarnos antes, y nos pudimos evitar muchos malos ratos.
Mi calma, mi inspiración y mi rabia. Me calma en mis peores momentos con solo estar cerca. Me inspira todo lo que siento por ella. Y la rabia, que me da cuando alguien busca maltratarla.
Mi esposa me dijo cuando nos conocimos, que le hacían falta varios tornillos, y yo le dije, que si los encuentro, no se los doy, se los escondo.
Puedo decir sin arrugarme: "ya tengo tus besos, ya soy feliz"
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